Lecciones desde Madrid

En abril, cerca de 100 líderes globales de la infraestructura se reunieron en Madrid para participar en el Global Leadership Forum Summit (GLF), convocado por Fidic. Fue una conversación de alto nivel sobre las principales tensiones que enfrenta el sector: la crisis climática, la disrupción tecnológica, la escasez de talento y la presión por acelerar el desarrollo sin comprometer la sostenibilidad.

Durante el encuentro, se rindió un sentido homenaje a Mike Haigh, expresidente ejecutivo de Mott MacDonald y miembro fundador del Global Leadership Forum, fallecido poco antes del evento. Fue un defensor apasionado del sector, líder en sostenibilidad, acción climática y colaboración, y una figura clave en la creación de iniciativas como la Carbon Collaboration Initiative. Su compromiso con una industria de infraestructura más integrada, inclusiva y tecnológicamente avanzada dejó una huella profunda en Fidic y en todos quienes tuvieron la oportunidad de trabajar con él.

El programa del GLF abordó cuestiones fundamentales: cómo responder al cambio climático mediante soluciones de infraestructura que generen impactos positivos sobre la naturaleza, cómo integrar la inteligencia artificial en la planeación y operación de proyectos, y cómo repensar modelos de negocio que permitan al sector colaborar de manera más efectiva en un entorno cada vez más complejo. Un mensaje insistente fue la necesidad de superar el trabajo fragmentado y adoptar una lógica de sistemas, en la que diseño, construcción, operación y sociedad estén mejor conectados.

Uno de los momentos más destacados fue la conferencia de Sir Jonathan Van-Tam, epidemiólogo y exsubdirector médico del Reino Unido durante la pandemia de covid-19. Sus reflexiones sobre liderazgo en tiempos de incertidumbre -la necesidad de decir la verdad al poder, de actuar con urgencia sin perder rigor, y de mantener la empatía como principio rector- resonaron con fuerza entre los asistentes.

Este encuentro en Madrid no fue un evento aislado. En los años anteriores, el GLF ha producido documentos que marcan el rumbo para nuestra industria. Dos ejemplos ilustran su alcance: el Playbook for Nature-Positive Infrastructure, desarrollado por Fidic, WWF y Aecom, que propone cómo incorporar soluciones basadas en la naturaleza desde las primeras etapas de un proyecto; y el informe How Artificial Intelligence Can Unlock a New Future for Infrastructure, elaborado con EY y presentado en la cumbre de 2024, que plantea modelos concretos para integrar la inteligencia artificial en todo el ciclo de vida de los activos, desde el diseño hasta la operación.

Ambos documentos están disponibles en línea y son referencia obligada para quienes diseñan, construyen o gestionan infraestructura. Hablan de una industria conectada con la sociedad, con capacidad de respuesta y alineada con los retos globales, desde la reducción de emisiones hasta la mejora en la productividad y la toma de decisiones basada en datos.

Para América Latina, y particularmente para Colombia, estos espacios representan una oportunidad. Nuestras condiciones -la necesidad de construir más, con menos, en contextos exigentes- son también una ventaja comparativa. La creatividad, el ingenio y la resiliencia que caracterizan a nuestros equipos pueden aportar soluciones valiosas en el escenario global. Pero para lograrlo, necesitamos acercarnos a plataformas como Fidic, conocer su trabajo, participar en sus redes y dar visibilidad a nuestra experiencia.

La presidenta de Fidic, Catherine Karakatsanis, lo expresó con claridad en la apertura del evento: “Llevamos años hablando de sostenibilidad, transformación digital y escasez de talento. Estamos avanzando, pero ¿es demasiado lento? ¿Necesitamos un cambio cultural más profundo para acelerar el progreso?”. Su llamado resuena especialmente en nuestra región, donde las brechas estructurales se suman a la urgencia de actuar con mayor coherencia, eficiencia y propósito.

Bill Cox, presidente del consejo asesor del GLF y CEO de Aurecon, recordó que vivimos tiempos de disrupción constante, donde las reglas cambian rápido y las certezas son escasas. Pero también insistió en que la respuesta no puede ser el aislamiento o la inercia, sino el liderazgo colectivo, la cooperación internacional y la apuesta decidida por la innovación.

Aunque el GLF reúne a un grupo selecto de líderes del sector a nivel global, la participación de América Latina sigue siendo limitada. Para que Colombia y la región estén realmente presentes en estas discusiones, necesitamos conocer estos espacios, acercarnos a sus redes y construir vínculos con quienes hoy toman decisiones a escala global.