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Analistas 15/10/2022

Ejemplo renovable de Latinoamérica

José David Name Cardozo
Senador de la República

El de Uruguay, con su transformación energética de los últimos años, es el ejemplo a seguir de vecinos de la región e incluso de países de Europa como Alemania, que le siguen la pista para replicar su éxito en el despliegue de las energías limpias. Analizar, en este caso, las claves que llevaron a la reconversión acelerada a fuentes verdes de generación de electricidad, se convierte en un ejercicio necesario para aprender y corregir las falencias de nuestra transición actual.

Los ambiciosos planes que los uruguayos desplegaron hace más de 16 años, llevaron a que hoy 98% de la energía eléctrica que se genera provenga de fuentes renovables, ubicándolo como el segundo país en el mundo en generación eólica y solar. Con 49 parques eólicos, una capacidad de 1.600MW, además de 260MW en energía solar, Uruguay ha alcanzado, en ciertos momentos, hasta un 100% de producción renovable. La meta soñada.

No conformes con lo logrado hasta ahora, el actual gobierno se prepara para ejecutar su “segunda transición energética”, con la apuesta de descarbonizar el transporte, así como masificar y exportar hidrógeno verde. A través de una ruta, que además de apoyar el recambio tecnológico a vehículos eléctricos, busca un nuevo ordenamiento territorial, la mejora en el transporte público y la revalorización de los espacios urbanos en común, el Ministerio de Industria, Energía y Minería uruguayo, lidera la nueva cruzada por una transformación energética estructural, con la meta de alcanzar la carbono neutralidad a 2050.

En la ecuación de este exitoso caso, se destaca la alta contribución de inversión extranjera en los proyectos. Más de 400 empresas europeas que se encuentran instaladas en Uruguay, generando miles de empleos y contribuyendo al crecimiento económico, han sido artífices del acelerado despliegue. Pero, el principal logro se le atribuye a los acuerdos del sistema político, para hacer de esta una política pública de largo aliento, así como también a la participación ciudadana activa. Como explica Ramón Méndez, secretario de Energía de Uruguay entre 2008 y 2015: “El pleno apoyo de todas las fuerzas políticas, la creación de un ecosistema transformador que permitió la llegada de inversiones y una gobernanza flexible abrieron la puerta a un cambio de matriz energética que se hizo en pocos años”.

Actualmente, uno de los cuellos de botella en el desarrollo de los proyectos renovables en Colombia se concentra en las relaciones con las comunidades y los estériles procesos de consultas previas. Obras de infraestructura, como las líneas de transmisión de energía de La Guajira hacia el centro del país, se encuentran atascadas en medio de procesos que no avanzan, mientras en la cadena se pausan otros proyectos.

Hay que entender que para alcanzar una verdadera transición energética se necesita del apoyo y la concertación con las comunidades, en este punto la intervención del gobierno nacional es clave. Confiamos en que los ministerios de Minas y Energía, y del Interior, ayudarán a corregir las fallas que se están presentando en estos procesos y a no repetir los errores. Urgen reglas claras en los procesos de consultas previas.

Tenemos en la región, un valioso ejemplo de una transición energética adelantada, que además de los beneficios ambientales y económicos, logró su propósito de reducir el costo de la energía en los hogares y tener autosuficiencia energética. De este caso, los colombianos tenemos mucho que aprender y replicar, para continuar nuestro camino a la transformación sostenible.

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