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La Sociedad de Activos Especiales, SAE, presentó una denuncia penal ante la Fiscalía General de la Nación por presuntas irregularidades en la administración de las piscícolas Acuapezca y Ematpeya. La denuncia abarca también la designación del gerente Arley Perdomo. Al parecer, hubo unos presuntos pagos económicos para poder conservar su cargo, lo que se podría eventualmente configurar como interés indebido en celebración de contratos y cohecho propio. La denuncia se radicó soportada con las respectivas pruebas documentales de transferencias bancarias y pantallazos de conversaciones de WhatsApp que explican los porcentajes y sujetos que habrían recibido los pagos.
Para elaborar la denuncia penal, la SAE trabajó de la mano de abogados externos especializados que documentaron los detalles del proceso. Cuando los abogados comenzaron a investigar, partieron de una denuncia anónima recibida en marzo de este año. La denuncia presentó los documentos con las presuntas irregularidades en la administración de las piscícolas. Al parecer, para legitimar el proceso de selección de Perdomo, se habría utilizado como fachada una persona jurídica llamada “Empaga”. El episodio ocurrió cuando el director de la entidad era el actual ministro de Educación, Daniel Rojas, e involucra también a Sebastián Caballero, vicepresidente de Sociedades. El anónimo explica que Caballero es quien presuntamente estuvo al tanto de la designación y los pagos ilegales.
En la SAE el inventario de bienes es demasiado grande y muy poco eficiente. Nada muy diferente a lo que sucedía en la tristemente célebre Dirección Nacional de Estupefacientes. Hay decenas de quejas de no pagos de arriendo de inmuebles, dificultades para encontrar información veraz sobre ciertos activos y múltiples casos de desinformación en el inventario de inmuebles que pueden venir de la ineficiencia, burocracia o simplemente corrupción. Todo este desorden administrativo es el que permite y facilita que ocurran episodios como el mencionado ¿Quién sabe cuántos casos similares suceden, pero nadie hace la denuncia anónima?
El ministro Rojas se pronunció públicamente reconociendo la existencia de la denuncia anónima, pero no dio mayores explicaciones sobre la designación de Perdomo. Todo lo resume en “ataques personales” que, según él, de manera “malintencionada” buscan exponerlo por ser sus contradictores políticos. Lo grave para Rojas, es que al frente de la SAE hoy se encuentra Amelia Pérez, militante de izquierda e integrante en su momento de la terna para elegir Fiscal General de La Nación. En ese sentido no es la oposición, la derecha, los medios u otros ciudadanos quienes están destapando el escándalo. Del anónimo hasta la denuncia formal, la misma izquierda está develando la probable corrupción de varios de sus integrantes.
El escándalo demuestra una vez más, que la izquierda que gobierna está fracturada, ya que historias parecidas han sucedido en otras entidades. El fuego amigo es más común de lo que uno pensaría. Todos los funcionarios de este gobierno viven a la defensiva. El ejemplo más burdo es la reciente carta del excanciller Álvaro Leyva acusando, entre otras, al presidente Petro de ser un adicto a las drogas. En todo caso, se observa un excelente ambiente laboral.