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Analistas 08/03/2013

No ve el de la paz

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Hace 40 años, el mundo recibió con desagrado la noticia de que Henry Kissinger había ganado el Premio Nobel de Paz 1973 por sus “esfuerzos” diplomáticos en lograr un cese de acciones militares en la invasión a Vietnam. Los analistas de política exterior reclamaron la presunta participación de Kissinger como secretario de Estado, en las campañas de bombardeo de su país a Camboya, así como la intervención en América Latina promoviendo algunas dictaduras militares. El nivel de la polémica fue tan grande que Kissinger no asistió a la ceremonia y su discurso fue leído por el Embajador de EEUU ante Noruega, Thomas R. Byrne, quien recibió el premio en su nombre. El otro ganador del premio, el vietnamita Le Duc Tho decidió declinar el ofrecimiento y rechazó el premio.

 
Existen en la historia otros ejemplos de premios Nobel de Paz controversiales. Yasser Arafat de la OLP en el 94 junto a Shimón Peres por los diálogos de Oslo que buscaban una solución al conflicto de Medio Oriente. Al Gore en 2007 ganó el premio por su trabajo de Cambio Climático, pero al mundo le sonó a un premio de consolación por haber perdido las elecciones frente a Bush en EEUU. Barack Obama ganó el premio cuando sólo llevaba 9 meses en la Casa Blanca y su postulación se dio solo 12 días después de la posesión, en febrero de 2009. Obama se declaró “sorprendido” pero fue a la ceremonia, se tomó la foto y leyó el respectivo discurso.  Ese mismo año estaba nominada la exsenadora colombiana Piedad Córdoba por su participación en la liberación de secuestrados. El año pasado, al parecer los jurados no tenían algún candidato fuerte y decidieron darle el premio a la Unión Europea, por “60 años de trabajos por los derechos humanos y convivencia pacífica entre europeos”. Con estos ejemplos queda claro que el análisis que hacen los nominadores y evaluadores es bastante amplio y diverso.
 
Los expertos internacionales difieren en el criterio de si un premio de esta categoría puede ser otorgado por un “intento” de paz. No hay unanimidad sobre si se necesita que se firme un acuerdo de paz antes de la nominación u obtención del galardón. Es muy subjetivo, especialmente si se compara con los Nobel de Física o Medicina donde los resultados tardan años en convertirse en premio. El presidente Juan Manuel Santos forma parte de la lista de 209 postulados al Premio Nobel de Paz 2013. El proceso de paz que adelanta el gobierno con la guerrilla en La Habana, es la excusa, que a mi juicio puede volverse un tiro en el pie si en mitad de camino los diálogos se rompen. Me parece que la nominación le imprime una carga innecesaria al gobierno colombiano en momentos donde hasta ahora se habla de los avances de la negociación en una fase muy preliminar. Todos estos elementos serán utilizados perversamente por la guerrilla para dilatar y endurecer su posición negociadora.
 
Si el presidente Juan Manuel Santos llega a mencionar públicamente la nominación, debería ser justo y darle crédito a su antiguo jefe cuando fuera Ministro de Defensa. El “éxito” de tener a los guerrilleros negociando en posición militar debilitada se debe en gran parte a la seguridad democrática de Álvaro Uribe Vélez. Otra opción es tomar ejemplo de Le Duc Tho en 1973 y declinar la nominación. Me parece válido y coherente aceptar ante la comunidad nacional e internacional, que no se ha logrado nada aún. No ganamos nada como país ensillando antes de tener las bestias. A nosotros nos importa la paz. Si después alguien gana un premio por eso, es algo secundario y en estos momentos irrelevante. Primero la primaria. 
 
Ñapa: Conexcel S.A., un viejo distribuidor de Comcel, demandó a la multinacional por una cifra superior a $46.000 millones de pesos que a hoy no ha sido pagada en su totalidad. A su turno, Conexcel fue demandado por Comcel y condenado en un Laudo Arbitral que fue declarado nulo. En vista de que Comcel no ha pagado en su integridad el Laudo Arbitral a un Patrimonio Autónomo administrado por Fiduciaria Colpatria, ésta demandó el cumplimiento en un proceso ejecutivo con base en el cual se embargaron cuentas de Comcel en más de 20 bancos y 9 de sus inmuebles. Comcel solicitó el levantamiento de los embargos al Juez, quien los negó. 

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