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Analistas 08/05/2020

Conexión para todo el que falta

Gracias a la labor realizada por la industria TIC en Colombia durante el periodo de aislamiento los ciudadanos han podido trabajar, estudiar y entretenerse. Esta coyuntura nos ha dejado claro a todos, la importancia de poder tener buenas conexiones, estables y de calidad.

En el teletrabajo y en la educación, nada más dramático que una conexión intermitente o inestable. Hay que dividir el análisis en dos, ya que la conexión por la red de telefonía móvil celular difiere por zonas del país y por operador. Tenemos una gran proporción de nuestro territorio todavía con redes 2G y 3G.

Una videoconferencia, un envío por wetransfer o una transmisión por streaming de varios minutos en esas redes es inviable. Con la llegada de la subasta de bandas bajas se podrá ir mejorando ese tipo de conexiones en el mediano plazo. Las redes fijas son otra cosa, son de empresas que anteriormente prestaban el servicio de telefonía fija, y otras satelitales.

La estabilidad varía por horas. Al igual que en el tráfico de las calles hay “horas pico” que ya todos los usuarios de las ciudades hemos identificado.
Un importante segmento de la población no está recibiendo ingresos.

Esta situación ha llevado a que la cartera de los operadores de telecomunicaciones crezca, principalmente en niveles socioeconómicos 1, 2 y 3. Al disminuir el flujo de caja, necesariamente se afectan los planes de inversión, y a su vez la garantía del número de empleos que generan. Una posibilidad de reactivación sectorial, que los operadores han manifestado como una medida urgente es la reducción de la contraprestación.

Esa tasa que pagan las compañías al estado, hoy representa 2,2% de sus ingresos. La propuesta, acorde a las mejores prácticas de la Ocde, es llegar a una contraprestación de 1,6%. Esa reducción que proponen permite que los operadores cuenten con capacidad financiera para llevar la conectividad a zonas apartadas. Recordemos que más del 50% de la población no tiene ningún tipo de conexión a la red.

Las compañías pusieron de su parte con el aumento de la capacidad, sin costo adicional, del servicio de internet en 400.000 hogares. Los operadores móviles dispusieron de la virtualización de servicios como recarga en prepago. Hay usuarios que únicamente se dan cuenta de la importancia del servicio cuando se los cortan por falta de pago. Esta realidad de cuarentena debería llevar a todo ciudadano a ser consciente de la prioridad de estar al día en servicios de telecomunicaciones. Nadie se puede dar el lujo ahora de quedarse desconectado.

Con la llegada de la nueva MinTIC, Karen Abudinen, se debería revisar, algo más allá de la cifra de contraprestación. Las empresas, después de ver las observaciones de expertos para el ingreso de Colombia a la Ocde, han pedido no solamente un regulador convergente. El regulador hoy es único, pero los trámites no lo son. Todavía falta mucho camino por recorrer a nivel de simplificación de trámites.

No es descabellado que Abudinen pueda liderar unos procesos de ventanilla única, para que la burocracia, y sobre todo los tiempos, disminuyan en el despliegue de la infraestructura que necesitan las zonas más apartadas del país. Esta ventanilla única debería coordinar acciones concretas y fluidas entre MinTIC, la CRC y la ANE, para que las metas establecidas de conexión que tiene el país no se vayan a truncar o dilatar. Ahora si todos a empujar para el mismo lado y conectar lo que falta del resto de Colombia.

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