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Analistas 10/11/2023

Inflación a paso lento: las razones de su persistencia

Jorge Enrique Sáenz Castro
Asesor del DNP y profesor Esap

La revisión del pronóstico de variación de precios para 2023 por parte del equipo técnico del Banco de la República es un indicio de que la inflación no está cediendo tan rápido como se esperaba, lo que plantea interrogantes sobre si la estrategia de mantener las tasas de interés en 13,25% ha sido la adecuada o si aún no se han identificado completamente las causas subyacentes de esta problemática. Esto nos lleva a preguntarnos por qué la inflación sigue avanzando a paso lento.

La preocupación por la inflación es una constante en la economía global, y los expertos han buscado durante mucho tiempo soluciones para controlarla y mitigar sus efectos adversos en la estabilidad económica y el bienestar social. Para comprender mejor este fenómeno, es crucial analizar los diversos factores que influyen en la inflación. En Colombia, hay un factor que ha sido subestimado pero que tiene un impacto considerable en la economía: la diferencia entre el precio que debería tener un producto (llamémoslo ‘precio lógico’) y el precio al que realmente se vende en el mercado. Esta disparidad merece una atención más profunda, ya que afecta de manera significativa la dinámica económica del país. Para entender mejor este desequilibrio, es esencial explorar las diferencias fundamentales entre estos dos tipos de precios

El precio lógico de un bien o servicio se deriva de una serie de factores, tanto internos como externos a la economía. Incluye costos de producción como materia prima, salarios y gastos generales, así como condiciones naturales que impactan su fabricación. Por otro lado, el precio de mercado es dinámico y se forma a través de la interacción entre la oferta y la demanda en un momento y lugar específicos. Cuando la demanda supera la oferta, los precios de mercado tienden a aumentar, mientras que, en situaciones de baja demanda y alta oferta, los precios de mercado tienden a disminuir.

La diferencia entre estos dos tipos de precios se presenta cuando existe una brecha significativa entre el precio lógico y el precio de mercado. Por ejemplo, en situaciones de alta demanda y escasa oferta, los precios de mercado pueden elevarse por encima del precio lógico, lo que genera inflación. Por otro lado, en situaciones de baja demanda y alta oferta, los precios de mercado pueden caer por debajo del precio lógico, lo que podría llevar a la deflación. Esta diferencia no es uniforme y varía según el bien o servicio, las condiciones económicas y políticas, así como las expectativas de los actores económicos.

Las investigaciones más recientes han arrojado luz sobre el significativo impacto de la diferencia de precios en la inflación. Un estudio del Fondo Monetario Internacional (FMI) publicado en 2022 reveló que aproximadamente 40% del aumento de precios en diversos países en los últimos años se atribuyó al margen de ganancia de las empresas. Este margen de ganancia que las empresas aplican a sus costos de producción para establecer los precios de mercado, se ha identificado como uno de los principales factores contribuyentes a la disparidad entre el precio lógico y el precio de mercado.

El poder de mercado que tienen las empresas para fijar precios por encima de sus costos de producción puede desencadenar un proceso inflacionario sostenido. Cuando los precios de mercado superan significativamente el precio lógico, se generan desequilibrios económicos que inciden directamente en la dinámica inflacionaria. La espiral resultante de aumentos persistentes en los precios puede afectar el poder adquisitivo de los ciudadanos, erosionar sus ingresos y reducir su capacidad para adquirir bienes y servicios esenciales.

Es importante destacar que la diferencia de precios no se limita únicamente al margen de las empresas. Otros factores, como la volatilidad de los precios de las materias primas, cambios en la oferta y la demanda, así como las expectativas de los actores económicos, también pueden contribuir a la diferencia entre el precio lógico y el precio de mercado.

Joseph Stiglitz (2001) ha resaltado la importancia de considerar la diferencia de precios al analizar el fenómeno de la inflación. Stiglitz argumenta que las políticas monetarias restrictivas, como el aumento de las tasas de interés, pueden resultar insuficientes para abordar la inflación si no se tiene en cuenta la disparidad entre el precio lógico y el precio de mercado.

En países como Argentina y Venezuela, la diferencia de precios ha ejercido una influencia significativa en la dinámica inflacionaria. En Argentina, la persistente divergencia entre los precios de mercado y los precios lógicos en sectores clave de la economía ha contribuido significativamente a las crisis inflacionarias enfrentadas por el país en el pasado. En Venezuela, la hiperinflación extrema experimentada desde mediados de la década de 2010 ha estado fuertemente influenciada por la diferencia entre estos dos precios, además de políticas macroeconómicas inadecuadas y factores políticos.

Durante la pandemia, en el contexto específico de Colombia, se evidenció un crecimiento aún mayor en la brecha entre el precio lógico y el precio de mercado en determinados sectores, lo que exacerbó el proceso inflacionario y plantea desafíos adicionales para el control de los precios.

Un ejemplo representativo es el sector de alimentos, donde la demanda de productos básicos se disparó, ejerciendo una fuerte presión alcista en los precios de mercado, sin embargo, los costos de producción y distribución no se ajustaron proporcionalmente, dando lugar a una significativa disparidad entre los precios de mercado y los precios lógicos. Esta disparidad alimentó una dinámica inflacionaria que no pudo ser mitigada únicamente mediante políticas monetarias restrictivas. La interacción entre la diferencia de precios y la dinámica de la pandemia destaca la importancia de adoptar enfoques más integrales y equilibrados para controlar la inflación y garantizar una estabilidad económica sólida. La diferencia de precios también puede manifestarse en otros sectores económicos, como el de servicios. Efectivamente, se observaron casos donde los precios de mercado se mantuvieron relativamente altos, a pesar de una menor demanda debido a las restricciones y el distanciamiento social. Estas distorsiones en los precios pueden ser una señal de que la diferencia está jugando un papel importante en la inflación del país.

De modo, que para bajar de manera efectiva la inflación, es crucial dejar de depender exclusivamente de políticas monetarias restrictivas y adoptar un enfoque más equilibrado y coordinado. En este sentido, la diferencia entre el precio lógico y el precio de mercado debe ser el foco de atención. Fomentar la competencia en los mercados es esencial para limitar el poder de mercado de las empresas y evitar que establezcan precios excesivamente altos. Cuando la competencia es saludable, las empresas se ven obligadas a ajustar sus precios más cerca de los costos de producción, reduciendo la brecha entre los precios de mercado y los precios lógicos.

Asimismo, la implementación de políticas macroprudenciales puede complementar las políticas monetarias tradicionales en el esfuerzo por abordar la discrepancia de precios y promover una estabilización económica más efectiva. Estas políticas deben centrarse en el control de factores sistémicos y en garantizar la credibilidad del Banco de la República en sus políticas y metas de inflación, lo que puede tener un impacto positivo en la formación de precios y en la contención de presiones inflacionarias sistémicas. Este enfoque es esencial para acelerar el paso de la inflación y permitir que converja a la meta de 3%, una preocupación clave del Banco de la República. De esta manera, podremos evitar una desaceleración significativa en el crecimiento económico, junto con sus consecuencias económicas y sociales asociadas.

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