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ANALISTAS 12/03/2025

#AyerPacientesHoyDolientes

Jerome Sanabria
Estudiante

De todas las medidas perjudiciales que ha tomado Petro, la desfinanciación del sistema de salud es la más aberrante. Hoy quiero contarles la historia de una paciente que lo ha sufrido en carne propia: mi abuelita.

Ella, con 71 años, es hipertensa. Desde hace años su aseguradora es Nueva EPS. Siempre recibió atención sin problemas, hasta que en 2021 comenzó lo que luego sería su calvario. Le ordenaron una cirugía urgente en una glándula debajo de la tiroides. Para operarla, necesitaba una tomografía por emisión de positrones. Pero pasó más de un año sin tener razón sobre el examen.. En mayo de 2022 la remitieron al Idime, que respondió que no le correspondía hacerlo y la devolvió a la EPS. A finales de ese año, la Nueva EPS insistió en enviarla al Idime, que nuevamente la rechazó. La ‘pimponearon’ porque, en realidad, ninguna de las dos tenía los recursos tecnológicos para hacer el examen. (¿Recuerdan que hasta hace poco el Gobierno aún debía el pago de presupuestos máximos de 2022? Conéctenlo).

Desesperados, interpusimos un derecho de petición y adivinen, ¡la remitieron de nuevo al Idime, que otra vez la rechazó! En mayo de 2023, tras dos años de trámites inútiles, presentamos una tutela. Creímos haber encontrado la solución, pero nos equivocamos.

En agosto, el juez falló a su favor y la remitió al Hospital San Ignacio, donde le programaron el examen, pero la alegría duró poco: semanas después, la llamaron para informarle que ya no podían realizárselo porque la Nueva EPS cerró su convenio con el hospital. (¡Cerraron ese y muchos más con las IPS porque no había suficiente dinero!).

En 2024, tras otro proceso, la autorizaron por cuarta vez. Finalmente, logró hacerse el examen en la Clínica Santa Fe y su cirugía quedó programada para abril. Pero justo ese mes el Gobierno intervino la Nueva EPS, agravando aún más su crisis financiera. Desde marzo, la EPS no publica información actualizada sobre sus cuentas, pero la deuda vencida de las EPS intervenidas ya aumentó en más de $2,2 billones. Sin recursos, la cirugía se pospuso hasta diciembre.

Después de tres años, por fin la operaron. Pero el calvario sigue: no le han dado la cita de seguimiento ni le entregan los medicamentos recetados. Cuando no es una cosa, es otra.

El caso de mi abuelita refleja el drama de miles de colombianos. Según la Supersalud, en 2024 la tasa de reclamos por cada 10.000 afiliados alcanzó 322,03, la más alta desde la pandemia. Las quejas coinciden con su historia: negación de citas con especialistas, falta de tecnología para procedimientos y escasez de medicamentos. Y peor, en una EPS intervenida.

Por eso, me sumo a la campaña #AyerPacientesHoyDolientes, para exigirle a Petro que acate los fallos de la Corte y financie el sistema de salud. No es un tema ideológico. Se trata de vidas humanas.

Hoy, miércoles 12 de marzo, alcemos la voz en el plantón por la salud. Nos vemos a las 11:00 a.m. en la Plaza de Bolívar, Bogotá. Plaza de Botero, Medellín. Plazoleta Jaime Varela, Cali.

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