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Analistas 09/04/2024

Empresas y riesgos globales a 2026

Hernán David Pérez
Asesor en transformación digital y productividad

En el mundo actual, cada vez más interconectado, los riesgos globales juegan un papel determinante en el desarrollo de los negocios. Factores como los conflictos armados en Ucrania y Oriente Medio, las consecuencias del calentamiento global evidenciadas en múltiples fenómenos climáticos tales como la intensificación de los huracanes en el Caribe, y la amenaza de ciberataques, entre otros, demandan que las empresas adquieran un entendimiento profundo de estos riesgos y no solo desarrollen medidas efectivas a su interior para mitigarlos, sino que adicionalmente se pregunten acerca de su rol para reducir su huella de impacto respecto a estos riesgos.

Una referencia clave para entender las amenazas que enfrentan los negocios es el Reporte Global de Riesgos del Foro Económico Mundial (FEM), presentado a principios de año. Según el FEM, existen cuatro fuerzas estructurales principales que influyen significativamente en el panorama de riesgos globales: los avances tecnológicos, el rebalanceo del poder geopolítico, los cambios demográficos y el avance del cambio climático.

El concepto de “riesgo global” se define en el informe como “la posibilidad de que ocurra un evento o condición que, de suceder, tendría un impacto negativo significativo en el PIB, la población o los recursos naturales globales”.

Para el corto plazo (2026), a nivel global, el sector privado considera como prioritarios los siguientes riesgos: (i) La desinformación generada por medio de la inteligencia artificial (IA), especialmente considerando su impacto en la manipulación de los sentimientos sociales y de los resultados electorales; (ii) Eventos de clima extremo, tales como el fenómeno de El Niño, con sus impactos a nivel económico y social; (iii) La ciber inseguridad, y su impacto disruptivo en la continuidad de las operaciones; (iv) Polarización social y política, creando estancamientos en la toma de decisiones gubernamentales que afecta el desarrollo económico de los países, y en algunos casos restringiendo las prácticas democráticas; y finalmente, (v) La inflación y el deterioro en la capacidad adquisitiva de la población.

Adicionalmente, en séptimo lugar apareció el riesgo de conflictos armados entre países, el cual a hoy ha aumentado su importancia, puesto que la encuesta fue realizada antes del inicio del conflicto en Gaza, y de la reciente exacerbación de las declaraciones entre los países europeos y Rusia.

Para contrarrestar los riesgos globales, las empresas suelen tomar medidas como establecer políticas de uso responsable de la inteligencia artificial, avanzar hacia la energía renovable, reforzar la ciberseguridad, recortar costos para combatir la inflación y diversificar sus cadenas de suministro para minimizar la vulnerabilidad a conflictos regionales.

A pesar de las limitaciones que enfrentan las empresas para mitigar riesgos tan complejos como el cambio climático y la polarización social y política, existe un margen significativo para transformar su estrategia de simple “mitigación” a una de “prevención de riesgos”.

En estos riesgos específicos esto implica tomar acciones proactivas para minimizar la huella de su impacto ambiental y, por otro lado, ejercer una influencia constructiva en el fomento de comportamientos ciudadanos que contribuyan al fortalecimiento de la democracia.

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