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OpenAI está más adelantado de lo que podríamos pensar en la implementación de su modelo de “e-commerce conversacional”, una experiencia de compra por medio del chat y asistida por inteligencia artificial que pone en el centro un valor estratégico: la confianza del usuario. En lugar de replicar el enfoque clásico de monetización basado en publicidad personalizada (como el de Google), OpenAI propone un entorno más privado, neutral y sin cookies, donde no se comparten datos personales con terceros ni se priorizan los resultados en función de pagos comerciales.
Este modelo prioriza ayudar al usuario más que en monetizar su atención, y es parte de la búsqueda de OpenAI por rentabilizar el uso de la IA más allá del pago de suscripciones. A la fecha, el sistema cuenta con dos componentes clave ya desplegados comercialmente:
Según OpenAI, “los vendedores pagan una pequeña comisión por cada compra completada, pero el servicio es gratuito para los usuarios, no afecta los precios, y no influye en los resultados de productos sugeridos por ChatGPT.”
Una muestra clara de lo que significa el “e‑commerce conversacional” es la integración, desde el pasado 8 de diciembre, de Instacart (el equivalente a Rappi en EE.UU.) en Shopping Research de ChatGPT. Esta alianza se convirtió en la primera aplicación totalmente integrada de compra de alimentos con pago instantáneo dentro de ChatGPT, habilitando toda la red de supermercados de Instacart y su infraestructura de entregas rápidas. Con esto, queda en evidencia que uno de los pilares de monetización de ChatGPT será precisamente Shopping Research, entendido como un marketplace conversacional donde confluirán múltiples sitios y servicios de e‑commerce.
Sin dudas, 2026 traerá cambios profundos en el e‑commerce, abriendo dos caminos claros para los comercios. Por un lado, integrarse en estos marketplaces conversacionales como el de ChatGPT; por otro, apostar por fortalecer sus propias capacidades de asistencia experta mediante IA, como ya ocurre con Rufus en Amazon, o Mylow en Lowe’s (el equivalente estadounidense de Homecenter).
Seguramente, para productos de consumo masivo -donde el usuario necesita poca asesoría- predominarán los marketplaces conversacionales. En contraste, para categorías donde la asistencia experta marca la diferencia (moda, mejoramiento del hogar, decoración, etc.), lo más efectivo será contar con asistentes propios de IA diseñados para resolver dudas y guiar decisiones complejas.
Y tú, ¿ya estás pensando en cómo integrar tu negocio al e-commerce conversacional?
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