MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
La administración es el conjunto de procesos mediante los cuales se deciden, ejecutan, controlan y ajustan los procesos de la empresa. Las decisiones son, en últimas, asignaciones de recursos escasos. El objetivo es maximizar valor, definido como la suma de las diferencias entre ingresos y egresos de cada año, a perpetuidad. Las diferencias se ajustan de manera que los años más distantes pesen menos, y que se refleje la posibilidad de obtener rendimiento similar al de la suma de participantes en el mismo mercado.
La maximización de valor está restringida por normas éticas y legales, diferentes en cada sociedad, pero con los mismos partícipes: los clientes y consumidores, los proveedores, los acreedores, los trabajadores y la comunidad en general.
Las relaciones con clientes y proveedores deben construirse sobre la mutua confianza, lo cual implica hacer explícitos los principios de conducta de la firma en los negocios, y propender por que unos y otros los compartan.
Los acreedores aportan recursos financieros para las inversiones y el capital de trabajo, conformado por la suma de la cartera de clientes y los inventarios, menos las cuentas por pagar a proveedores; las decisiones de los acreedores bancarios o de mercado de capitales se toman con base en información provista por la empresa sobre sus resultados recientes, su posición financiera y su plan de negocios.
Los trabajadores entregan a la empresa su tiempo: en general, con los años las posibilidades de conseguir empleo en otra firma son menores, por lo cual es importante apoyar su desarrollo y evaluar desempeño con rigor, para aumentar la probabilidad de permanencia para mutuo beneficio.
La comunidad puede sufrir perturbaciones a la tranquilidad, la seguridad y la salubridad. Suele no tener vocero autorizado diferente del estado y sus agentes. Así las cosas, la firma debe asumir la perspectiva de la comunidad con la mayor objetividad posible, tarea difícil.
En las empresas grandes conviene nombrar como máxima instancia de la administración un grupo de profesionales idóneos, ojalá con mayoría sin vínculos con el capital. Así se mitigan riesgos de perjudicar en forma indebida a terceros, y se imparte confianza a acreedores, a accionistas no representados en la junta directiva y a los mercados de capitales. En EE.UU. suele haber ejecutivos en la junta directiva, lo cual aumenta la calidad de la información para tomar decisiones, pero también puede desembocar en manipulación en pro de decisiones inconsistentes con restricciones.
El costo de la deuda es menor, en general, que las expectativas de remuneración del capital accionario. Por ello, entre más deuda, si el flujo es el mismo, mayor será la rentabilidad para los inversionistas. Sin embargo, hay límites para la deuda financiera, según la volatilidad probable de los flujos de caja estimados, diferente en cada sector económico.
En las últimas décadas los países desarrollados han crecido a tasas modestas, en tanto que las nuevas estrellas en los mercados de capitales operan en ámbitos de tecnología, entendidos por minorías minúsculas. La conjunción de bajo crecimiento y negocios difíciles de entender ha reducido el interés en reglas de administración. El reto de acabar con la pobreza en el mundo es la gran oportunidad para crecer y, por ende, devolver interés a la gestión como fuente de valor ¡La suerte está echada!
En la última década se aceptó gastar muy por encima de las posibilidades, y se duplicó la deuda pública hasta poner en riesgo la sostenibilidad fiscal y económica de Colombia. Necesitamos retomar el camino
La tarea es encontrar un punto medio entre un aumento de los ingresos y evitar excluir a más personas de la informalidad, además de los efectos inflacionarios
La oportunidad de construir una agenda adaptiva capaz de articular la elusiva bioeconomía con el reemplazo del petróleo pasa por una agenda de innovación