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Analistas 25/11/2023

Diseño urbano

Gustavo Moreno Montalvo
Consultor independiente

El mundo se urbanizó durante el siglo 20: la población rural se redujo de 75% del total al comenzar las guerras mundiales a cerca de 40% hoy. Además, la agricultura se transformó: las productividades crecieron en forma prodigiosa y el transporte de productos se abarató con la aparición de buques enormes para el comercio intercontinental. El trabajo rural cambió hacia tareas de valor agregado, con el beneficio del conocimiento y las comunicaciones, que desbordaron prácticas tradicionales. La participación de la población urbana aumenta porque la vida en ciudades y pueblos permite acceder a servicios de salud, educación y recreación con más facilidad.

Se enfrentan nuevos retos: aumento poblacional acompañado de mayor consumo de energía por habitante por cuenta del crecimiento económico; diferencia enorme en ingreso entre países desarrollados y países pobres, que induce migraciones; tendencia de la dispersión del ingreso por habitante a aumentar, porque la tecnología puede reducir la demanda por servicios laborales.

Parte esencial de la tarea para evitar catástrofes es promover mejor diseño de urbes. Los modelos suburbanos establecidos en EE.UU., Canadá y Australia son inconvenientes, por el consumo excesivo de energía y porque empobrecen la red de relaciones sociales. Se requiere más bien planeación integral en asentamientos densos, para capturar economías de escala, y así ordenar el espacio disponible de manera que se logre el mayor beneficio neto para la sociedad, en ambiente de relaciones más intensas. El reto es comparar esquemas de vida en comunidad según el diseño.

Lograr mayor ingreso es deseable, pero el resultado de la evaluación será muy diferente si se examina el presente de los habitantes frente al obtenido si se estima la totalidad de sus vidas. El futuro es incierto, pero proyectar es necesario para prevenir riesgos. La calidad de vida óptima no coincide con el máximo ingreso, pero es necesario lograr el ingreso necesario para hacer inversiones importantes de carácter público en seguridad, salud, educación y recreación.

La educación preescolar, básica y continua pueden compartir infraestructura a corta distancia del lugar de residencia, con ámbitos para la recreación para toda la población; la educación media y la universitaria permiten distancias mayores. La atención básica a salud debe ser de fácil acceso, pero requiere radio adecuado para amortizar tecnología necesaria. La institución a cargo de la función de policía debe orientarse al servicio constructivo y superar el papel de agente para respuesta a delitos.

En las ciudades se necesitan sistemas de transporte masivo eficaces, bajo la dirección de autoridad única de transporte. Los lugares de trabajo deben organizarse con eficiencia, según la naturaleza de las actividades. La infraestructura para servicios públicos domiciliarios está atada a disponibilidad de espacio, diferente en cada sitio. La vejez debe apoyarse mediante incentivos a lazos intergeneracionales de familia extendida, para evitar soledades de personas mayores archivadas en sitios de concentración.

Elemento esencial de convivir es negociar estética, tarea compleja que se apoya en normas sobre usos y fachadas, y requiere disposición al cambio permanente. Es paso necesario para construir ética de comunidad, justificación última de toda la tarea. El mundo debe hacer bien el tránsito hacia la vida urbana.

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