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Analistas 11/03/2023

Las mujeres no lloran, las mujeres facturan

¿Qué tienen en común Shakira, Karol G y Miley Cyrus, además de ser iconos de estos tiempos? Sus últimas canciones, inspiradas en vivencias propias de desamor, son éxitos indiscutibles en todo el mundo, además les han dejado millones en ganancias, en pocas palabras: “las mujeres no lloran, las mujeres facturan”. Pero ¿por qué lloraban? Pues Shakira se enteró por la mermelada en su nevera que su esposo y padre de sus hijos le ponía los cachos con una mujer más joven; a Karol G la desplazaron por otra cantante, y finalmente, Miley Cyrus se sentía reprimida, fracasada y poco valorada por su esposo, el actor Liam Hemsworth. Toda una terna de mujeres con el corazón roto, despechadas, confundidas, pero decididas a dejar a sus parejas en el pasado y en lugar de dejarse derrotar, sacarle partido a su desamor.

Las letras sus canciones son un auténtico manual para salir adelante y rentabilizar la tusa: “Shakira Bzrp music sessions”, “TQG” y “Flowers”, contienen todo un arsenal de palabras acompañadas de acordes que harán sentir bien, respaldada y empoderada a cualquier persona que atraviese por la misma situación.

Más allá de ese mundo de la farándula, hay una gran cantidad de mujeres cabeza de familia (que responden por padres o hijos sin ayuda de nadie) que tienen la responsabilidad de sacar adelante a la mayoría de los 14 millones de hogares que estudia el Dane, y a quienes debemos resaltar en este momento de una economía complicada.

No son celebridades como Shakira, Karol G y Miley Cyrus, ellas tienen que madrugar todos los días a hacer desayuno, alistar sus hijos para el colegio, limpiar lo que alcancen, irse en bus por varias horas, trabajar largas jornadas, regresar a casa, ayudar a hacer tareas de los colegios, todo esto sin importar el cansancio, los problemas, los dolores o las tusas, sin ponerle un precio, ni esperar nada a cambio y con el único objetivo de asegurar el futuro de sus seres queridos. Hay muchas otras luchadoras que llevan el peso económico de sus familias y asumen todas las responsabilidades que eso conlleva: acompañamiento emocional, estabilidad económica, buena educación, etc., todas esas tareas que solo se hacen por amor. ¡Todo esto tiene precio!

¿Cuántas horas de trabajo gastan en sus vidas las madres? ¿Alguien ha pensado en lo que vale criar los hijos? ¿Cuál es el valor material o financiero de llevar las riendas de una familia? Todo esto porque hay mamás que lo hacen sin darse cuenta ni esperar ninguna retribución diferente a la felicidad de los suyos. ¡Alguien debe ponerle un valor! Esto nunca está en las cuentas de los economistas, es casi seguro que construir una familia tiene más costos que hacer empresa. Ahora que muchos jóvenes hablan de ser emprendedores, no han pensado que formar una familia es su mayor emprendimiento, con todos los costos que ello ocasiona, pues en últimas, los hogares son la fábrica de individuos para la sociedad.

Bien por el día o el mes de la mujer, aunque mejor fuera pasar de las palabras a los hechos. El aporte de la mujer a la economía debe ser visto como algo real no una moda feminista.

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