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ANALISTAS 16/01/2025

Adiós a los despidos

Claudia Dulce Romero
Directora de Extensión y Egresados, Universidad del Rosario

Los despidos son uno de los grandes dolores de cabeza de los altos cargos. No es fácil dejar a una persona sin empleo, sea por la razón que sea. Por supuesto, el panorama tampoco pinta bien para quien es despedido, principalmente, si la persona se ha esforzado por lograr sus objetivos en la organización. Muchas veces queda el sinsabor de “¿Qué hice mal?” “¿Qué me faltó?” “¿Por qué yo y no otra persona del equipo?”. Al no encontrar respuestas, muchos se van con la autoestima afectada y con decenas de dudas.

Por eso cuando converso con directivos sobre este tema les pregunto qué han hecho para que esta persona mejore su comportamiento o si han dado una retroalimentación frente al desempeño. En algunos casos los esfuerzos han sido innumerables por ayudar al empleado a mejorar, pero en otros no se hacen acercamientos previos, sino que se toma la decisión sin mucha explicación. Si bien los líderes deben enfrentarse constantemente a estos escenarios de finalización de contratos, por un momento imagínense qué harían diferente si en las empresas existiese una política que les impida despedir a los empleados.

En el libro Los líderes comen al final, Simon Sinek cuenta la historia de Next Jump, una organización tecnológica, fundada en 1994, que estableció como política organizacional no despedir empleados, a menos de que existiera una violación a los códigos de ética de la empresa o por perjudicar a sus compañeros de manera intencional. El propósito de esta política era nunca realizar recortes de personal para ajustar las finanzas de la organización, sino tener a los mejores empleados que estuvieran dispuestos a dar todo por la empresa y así alcanzar los mejores resultados.

Como parte de la cultura organizacional, las personas que aspiraban trabajar en Next Jump debían cumplir un proceso de selección amplio y riguroso que garantizara su enganche en la compañía. Este ejemplo es muy ilustrativo por varias razones. La primera, porque demuestra la importancia de preguntarse cómo son sus procesos de selección como líderes: si se dedica el tiempo suficiente, si los dejan a cargo del área de recursos humanos, si validan que la persona cumpla con las habilidades blandas y duras necesarias para el cargo, si evalúan que se acoplará a la cultura. Todo empieza en ese momento cero, para evitar eventos desafortunados con nuevas contrataciones.

Otra razón por la que rescato el caso de Next Jump es porque, una vez finalizada esa primera etapa, le daban protagonismo a las acciones que permitían la mejora del desempeño y la retroalimentación de los empleados. Cada vez se acentúa la tendencia de que los líderes no cuentan con las herramientas ni el tiempo para hacer seguimiento a este desempeño, no saben cómo dar retroalimentación y no existe una promoción de la mejora continua. Es crucial que los líderes y los encargados del área de recursos humanos capaciten y promuevan una cultura alrededor del tema en las personas que tienen equipos a cargo.

Según el Global Leadership Forecast 2023, realizado por el Development Dimensions International, una de las principales preocupaciones de los CEO es la retención del talento. Les quita el sueño en un 59% atraer y retener el mejor talento; en 50% desarrollar la próxima generación de líderes; y en un 45% mantener una fuerza laboral enganchada. Que un empleado con gran potencial renuncie a una organización genera costos, desgaste del equipo y tiempo valioso para alcanzar las metas. Por eso es tan importante contar con acciones que permitan no solo retener a los mejores empleados, sino retener también a esas personas que se encuentran en un proceso de crecimiento.

Soy consciente de que esta decisión de nunca despedir empleados es compleja en un entorno cambiante, volátil y con grandes desafíos en la economía de nuestros países, empero, es momento de replantear la forma en la que contratamos y retenemos a los empleados, tal vez valga la pena invertir esfuerzos en el desarrollo de las personas que trabajan con nosotros y la promoción de una cultura de la estabilidad que nos permita a todos dormir tranquilos.

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