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En el décimo aniversario de la Asociación Latinoamericana de Internet, Alai, más de 250 líderes se reunieron en Ciudad de México para participar en los Diálogos Anuales de Políticas Digitales Latam 2025. Con el acompañamiento del centro de pensamiento México Digital, fue una gran oportunidad para pensar en conjunto cómo construir un futuro digital más justo, seguro e inclusivo para la región.
Uno de los temas centrales fue la necesidad de cerrar la brecha digital, el rezago digital no puede convertirse en una nueva forma de desigualdad estructural. Aún hoy, millones de personas en nuestra región no tienen acceso a una buena conexión a internet, ni capacidades digitales. Para cambiar esto, se requieren inversiones en infraestructura, nuevas formas de financiamiento y decisiones políticas que garanticen que todos, sin importar su ubicación y su situación económica, puedan formar parte activa de la sociedad digital.
También se abordó el trabajo del futuro. La automatización, la robótica, el big data y la inteligencia artificial están transformando el empleo. Algunos trabajos desaparecerán, pero otros surgirán. Por eso, es fundamental capacitar a las personas con nuevas habilidades y actualizar las normas laborales. No se trata solo de adaptarse, se trata de anticiparse.
Otro punto clave fue el rol de los adolescentes en el entorno digital. Esta generación vive conectada, pero enfrenta riesgos como la sobreexposición, la desinformación o los efectos en su salud mental. Las políticas digitales deben protegerlos, no vigilarlos, acompañarlos, no excluirlos.
El mensaje más fuerte del encuentro fue que sin integración regional no hay transformación digital posible, América Latina debe avanzar hacia un Mercado Único Digital, con visión común y colaboración activa, hoy Colombia con el liderazgo que adquiere en la Celac debe asumir esta iniciativa. Esto no solo fortalecerá nuestra competitividad global, sino que permitirá que la región tenga voz propia en los grandes debates tecnológicos.
Las tensiones geopolíticas y las nuevas barreras comerciales muestran que el mundo digital necesita reglas claras. Si América Latina trabaja en conjunto, puede construir un modelo de gobernanza digital propio, equilibrado y soberano. No para cerrarse al mundo, sino para participar con más fuerza en él.
En este contexto, la regulación inteligente se vuelve una herramienta clave. Ya no basta con copiar marcos legales de otras regiones: necesitamos normas diseñadas desde y para América Latina. Normas que impulsen la innovación, protejan los derechos de los ciudadanos y promuevan un desarrollo digital sostenido e inclusivo. Regulaciones que sean breves, eficientes y eficaces, que dialoguen con la tecnología, en lugar de perseguirla.
La conclusión fue contundente: la transformación digital será exitosa si es colaborativa, con integración regional, con creación de capacidades y con regulaciones inteligentes.