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Analistas 03/05/2022

Los economistas, a rendir cuentas

Cecilia López
Economista

Hace pocos días, al inicio de una pequeña cirugía, mi fabuloso odontólogo me dijo: “si yo cometo un error, tú me puedes demandar, tengo que pagar abogados y hasta puedo perder el ejercicio de mi profesión. ¿Por qué a ustedes los economistas que toman decisiones que nos hacen mucho daño, nadie les pide cuentas y no asumen ninguna responsabilidad por sus errores?.” Tuve que bajar la cabeza y aceptar esa realidad. Curiosamente en la Filbo, el viernes anterior en la presentación del libro “El neoliberalismo en Colombia”, de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de los Andes, la economista que lo comentó tocó exactamente ese mismo tema. Refiriéndose en particular al capítulo que elaboré con un investigador de CiSoe, Juan David Pachón, “El antes y el después del neoliberalismo en Colombia”, afirmó que los economistas mantienen un bajo perfil precisamente para no tener que rendir cuentas.

Se refería al punto del capítulo que critica el Consenso de Washington por haber ignorado el tema de la desigualdad con las consecuencias que todos conocemos. De alguna manera, reconocía que ese tipo de cuestionamientos se quedan en el aire sin ninguna consecuencia.

Este no es un fenómeno colombiano, es un hecho que se da en el mundo, especialmente en América Latina, donde, además, muy pocos aceptan las limitaciones de esta profesión y menos aun sus responsabilidades cuando ocupan esas posiciones críticas en los distintos gobiernos.

Por eso resulta interesante señalar que Dani Rodrik es uno de los pocos que lo hace y su artículo “Los déficits de diversidad de la economía y sus consecuencias” es uno de los más interesantes y de alguna manera podría asociarse a la falta en que incurren los economistas al no tener que hacer rendición de cuentas.

Pero en el caso colombiano esta posibilidad de balances honestos sobre nuestras ejecutorias no tiene la más mínima posibilidad. Y sinceramente llegó la hora de hacerlo. Hoy Colombia tiene 70,3% de su población en condiciones inaceptables para un país catalogado por la Ocde como de ingreso medio alto: bajo la línea de pobreza, 39,3% y 31% de vulnerables, y esto no puede atribuirse solamente a la pandemia porque en 2019 este dato era 69.0%.

Peor aún, hoy, según Dane, 89,9% de la población rural es pobre o vulnerable. Resultados de 30 años de un modelo económico que le dio al mercado la gran prioridad como el mejor asignador de recursos y que ignoró la desigualdad y entregó parte de la política social a este sector. Toda nuestra generación y las siguientes tienen una gran cuota de responsabilidad. Algunos nos opusimos hasta donde pudimos a muchas decisiones, pero sin éxito. Sin embargo, los grandes protagonistas de nuestra profesión en estos 30 años no se hacen el más mínimo cuestionamiento. Es decir, rendir cuentas y asumir las responsabilidades que corresponden no están en la agenda de los economistas colombianos. Por lo menos de la gran mayoría. ¿No será hora de asumir esa responsabilidad antes que esa preocupación de mi odontólogo se generalice?

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