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Tribuna Parlamentaria 17/05/2022

Más mujeres en Stem

Catalina Ortiz
Analista
La República Más

La semana pasada, las portadas de los principales medios económicos anunciaron la buena nueva: “Colombia tiene un nuevo unicornio”. La noticia de que Habi, la plataforma de compra y venta de vivienda usada haya superado una valuación de US$1.000 millones, en una ronda de inversión Serie C de US$200 millones es de por sí un anuncio potente, pero que una de sus cofundadoras sea mujer es aún más valioso.

Y es que este es el primer unicornio latinoamericano con una CEO mujer. Sin duda, una oportunidad de oro para posicionar nuevos modelos de rol que nos ayuden a derribar las barreras culturales que han hecho creer que hay profesiones, oficios y roles para mujeres y otros destinados casi que exclusivamente para hombres.

Lo digo, porque las mujeres siguen estando subrepresentadas en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas -Stem, por sus siglas en inglés-, a pesar de que la nueva economía demanda cada vez más profesionales en estas áreas. No se puede ocultar que en este sentido las brechas entre hombres y mujeres son preponderantes.

En Colombia, solo dos de cada 10 niñas y jóvenes ingresan a carreras Stem y solo 30% de las mujeres se desempeñan en el sector tecnológico. Para que las mujeres tengan empleos más estables y mejor remunerados es necesario atraer y retener el talento femenino en las áreas del conocimiento que son más demandadas por el mercado.

No se trata de un asunto menor. De acuerdo al Ministerio de Educación, en nuestro país los hombres graduados en Stem son dos veces más que las mujeres. Que la mayoría de las mujeres se sigan formando en carreras tradicionales o aquellas de menor demanda en el mercado actual, es una de las causas que ayudan a explicar por qué las mujeres tienen mayor desempleo y reciben peor remuneración que los hombres.

De acuerdo con el Dane, para marzo de este año, el desempleo masculino fue de 9,6%, frente a 15,6% del desempleo femenino. Una brecha importante de seis puntos porcentuales. Así mismo, en materia de remuneración por cada $100.000 de salario que gana un hombre, una mujer gana a penas $94.000.
De cara a las próxima elecciones a la Presidencia de Colombia, mi apuesta será por quien entienda la profundidad de esta problemática y tenga una estrategia para solucionarla. Fajardo tiene claro que si las jóvenes siguen siendo una minoría en las facultades de ingeniería, ciencia, matemáticas y tecnología están perdiendo una oportunidad enorme de insertarse en los trabajos de la nueva economía, que insisto, son bien remunerados y generan retorno.

El éxito de Habi debe ser aprovechado en Colombia para posicionar nuevos modelos de rol que le abran campo a las niñas y jóvenes a nuevas oportunidades. Los trabajos de las mujeres no pueden seguir atrapados por estereotipos de género.

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