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Analistas 29/08/2023

Estabilidad laboral

Carlos Ronderos
Consultor en Comercio y Negocios Internacionales

Quién no quiere estabilidad laboral. La estabilidad laboral es una necesidad para las empresas y una necesidad para los trabajadores. Para las empresas, porque la continuidad es crucial, ya que garantiza una memoria, un aprendizaje y una experiencia, que es fundamental en el éxito de las mismas.

Es claro que en los últimos años las empresas están preocupadas por la inestabilidad laboral resultante de la volatilidad laboral de los millennials y por el deseo de las empresas de revertir la tendencia del trabajo en casa que ha encontrado resistencia en muchos trabajadores que prefieren renunciar que volver a la oficina.

La estabilidad laboral es también fundamental para el rendimiento de los trabajadores. La productividad y el compromiso de un trabajador que está siempre en la cuerda floja en empresas que basan su política de relaciones laborales en la amenaza del despido y no en el incentivo, necesariamente va a ser pobre.

Los equipos trabajan mejor cuando existen incentivos que cuando existen amenazas, ya que en estos casos es mas probable que los trabajadores dediquen más tiempo a buscar alternativas de trabajo que a desarrollar su potencial.

¿Y por qué es importante esta reflexión en la coyuntura actual del país? De un lado es importante porque este es uno de los temas más sensible de la reforma laboral y en segunda instancia porque la estabilidad se ha vuelto un tema crítico en el manejo de esa gran empresa que es el estado.

La reforma laboral propone grandes costos para las empresas por despidos injustificados y estos costos incrementan con el tiempo que el trabajador este vinculado a la empresa. Es claro que una empresa no va a prescindir de un funcionario eficiente que lleva más diez años de excelente desempeño y que si decide desvincular a una persona con una trayectoria tan larga lo hace por razones justificadas porque más allá de los costos que sugiere el proyecto de ley estos cambios tienen costos para las empresas.

Otra cosa es el proceso que implica demostrar ante el Ministerio del Trabajo que el despido es justificado, ya que ese es un proceso engorroso que siempre termina fallando a favor del trabajador y que implica, por el proceso mismo, otro costo adicional a la indemnización. Estas indemnizaciones que quiere introducir la reforma no tienen sentido como no tendría sentido multar al trabajador que renuncia a su cargo sin justa causa.

El cura predica, pero no practica, dice el viejo refrán que bien puede aplicarse al gobierno. Pero no practica solo a nivel directivo con los ministros que cambian a velocidades nunca antes vistas, sacrificando continuidad en las acciones y matando la curva de aprendizaje.

Esto también sucede a nivel de funcionarios técnicos en muchas dependencias oficiales. En Ecopetrol acaba de ser despedido gran número de vicepresidentes, otro tanto sucede en las agencias especializadas haciendo casi imposible que el gobierno pueda cumplir sus metas, que quedan en manos de funcionarios inexpertos que llegan a sus cargos por afinidad política y no por conocimiento especializado.

La estrategia laboral del gobierno contradice la reforma; ¡O usted cumple o lo hecho, o usted se alinea con el gobierno o lo hecho y ello está comprobado que no funciona y lo que está logrando el gobierno con esta política es pegarse un tiro en el pie!

Es necesaria mayor estabilidad en el gobierno y menor intervención del Estado en temas de estabilidad laboral.

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