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Una de las reglas básicas de la gestión de portafolios es diversificar las inversiones para reducir el riesgo no sistemático sin sacrificar rentabilidad, suavizando la volatilidad y protegiendo los ahorros frente a choques idiosincráticos en mercados específicos.
Invertir en una combinación de instrumentos de renta fija y renta variable, tanto locales como internacionales, fortalece la resiliencia de los fondos frente a fluctuaciones económicas, políticas y monetarias, y permite aprovechar oportunidades de crecimiento en distintos sectores económicos. Asimismo, una diversificación adecuada favorece la estabilidad financiera al evitar una exposición excesiva a activos domésticos.
De acuerdo con la Ocde, Colombia tiene la tasa de rentabilidad nominal y real de los recursos pensionales más alta durante los últimos 20 años entre los países con datos disponibles. Esto se debe en parte a la gestión de diversificación de portafolios que tienen las AFP. A corte de junio de este año, las AFP manejan activos pensionales por cerca de $490,9 billones, lo que las convierte en un actor de gran peso y relevancia dentro del mercado de capitales del país.

En 2011 se implementó en Colombia el esquema de multifondos, previsto en la Ley 1328 de 2009, para que las inversiones de los afiliados se ajustaran a su edad y perfil de riesgo mediante tres fondos: conservador, moderado y de mayor riesgo. Con el fin de maximizar los rendimientos al menor riesgo posible, las AFP han fortalecido la diversificación de sus portafolios, en línea con el Decreto 857 de 2011, que estableció los límites y condiciones de inversión.
Este régimen promueve la diversificación como principio esencial para equilibrar riesgo y retorno, permitiendo a las AFP distribuir sus inversiones entre distintos instrumentos (deuda pública, acciones, FCP), emisores (privados y públicos) y mercados (locales e internacionales), lo que en últimas implica proteger los ahorros frente a choques financieros y asegurar la sostenibilidad y rentabilidad de largo plazo del sistema pensional.
Considerando lo anterior, se realizó un ejercicio contrafactual ilustrativo con el objetivo de estimar el impacto que tendría el stock de ahorro pensional de las AFP si se hubiera invertido exclusivamente en activos locales. Bajo este escenario el total de ahorro pensional en 2024 hubiera sido de $319,4 billones, frente a los $464,9 billones observados en la realidad (Gráfico 1). Esto hubiera representado una reducción de 31,3% en el valor del ahorro pensional, equivalente a una pérdida de $145,4 billones. Para dimensionar esta magnitud, dicha pérdida equivale aproximadamente a 10 reformas tributarias. En otras palabras, restringir la inversión de las AFP únicamente a activos locales tendría un impacto sustancial sobre el crecimiento del ahorro pensional.
En suma, limitar las inversiones de las AFP exclusivamente a activos locales no solo reduciría significativamente el valor acumulado del ahorro pensional, sino que también debilitaría la capacidad del sistema para generar rendimientos sostenibles y proteger los recursos de los afiliados frente a choques externos. La evidencia internacional demuestra que la diversificación es una condición necesaria para optimizar la relación riesgo-retorno y garantizar la estabilidad de largo plazo del sistema pensional.
Por tanto, preservar y fortalecer las condiciones regulatorias que permiten invertir en activos internacionales resulta esencial para el desarrollo del mercado de capitales, la estabilidad financiera y el bienestar futuro de los trabajadores colombianos.
Es un deber para las autoridades municipales, departamentales y nacionales, prestar especial atención a estos dos municipios, pues vamos a lamentar como sociedad lo que allí ocurre y tenemos la solución en nuestras manos
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