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Para 2025, 83% de las empresas en el mundo planea usar IA para revisar hojas de vida, y 90% de los reclutadores consideran aceptable el uso de IA para construir currículos
La hoja de vida ya no es un documento estático, sino una herramienta dinámica que se adapta al mundo de la inteligencia artificial, los filtros automatizados y la necesidad de destacar en un mercado cada vez más competitivo y globalizado.
Para 2025, 83% de las empresas en el mundo planea usar inteligencia artificial para revisar hojas de vida, y 90% de los reclutadores considera aceptable que los candidatos utilicen IA generativa para construir sus currículos. Esto ha transformado la forma de redactarlas, pues más que dirigirse a un gerente de recursos humanos, muchas hojas de vida hoy se escriben para superar primero los algoritmos de selección, Applicant Tracking Systems, ATS.

Actualmente, entre 70% y 75% de las organizaciones ya emplean ATS, y 88% de los empleadores admite que las hojas de vida con formato inadecuado son descartadas incluso antes de llegar a ojos humanos. Este cambio también se refleja en la economía.
Según un informe de la firma de consultoría e investigación, Dataintelo, el mercado global de servicios profesionales de redacción de hojas de vida alcanzó los US$660 millones en 2023, y se proyecta que llegará a US$1.200 millones en 2032, con un crecimiento anual de 6,1%. La tendencia muestra que cada vez más personas están dispuestas a invertir en una hoja de vida competitiva, en línea con la profesionalización tercerizada del proceso de aplicación laboral.
El informe resalta además que se espera que la región de Asia-Pacífico tenga un crecimiento exponencial en este servicio, impulsado por la mayor penetración de internet, el aumento de la clase media y una creciente valoración del desarrollo profesional. América Latina, Medio Oriente y África también mostrarán un avance significativo, aunque menor en comparación.
Un estudio con casi medio millón de personas reveló que quienes recibieron asistencia algorítmica para redactar su hoja de vida aumentaron 8% sus probabilidades de ser contratados, sin que ello afectara la percepción de autenticidad de los empleadores, es decir, incidió positivamente en la postulación.
En otras palabras, la inteligencia artificial no solo acelera la preparación del documento: puede marcar la diferencia entre quedar fuera en la primera ronda y conseguir la entrevista esperada.
El futuro inmediato apunta a una convivencia entre la optimización técnica y la creatividad visual en diversos formatos informativos. La hoja de vida ya no es solo un resumen de logros, sino una narrativa estratégica diseñada para convencer tanto a las máquinas, que hacen las veces de reclutadores, como a los seres humanos.
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