Durante la visita tuvimos la oportunidad de recorrer Punta Gallina, sus playas, dunas, paisajes y rancherías. Pasamos por varias viviendas Wayúu, las cuales se esparcen en el horizonte a grandes distancias. Apreciamos la diversidad de la cultura y sus vestuarios llenos de color, que engrandecen los paisajes. Pero quedamos impresionados con la escasez del agua, que opaca la belleza de La Guajira.
“La falta de agua es tan grave, que a veces vienen familias a la ranchería a llevarse el agua con la cual se han bañado los huéspedes…”, nos dijo una persona en la ranchería.
Fue así como nació el sentimiento de compromiso y la obligación de no ignorar esta realidad y de tomar acción para mejorar. La responsabilidad social nace del sentimiento honesto de querer generar un impacto positivo en la sociedad y, tanto para OndadeMar como para Tribeca, el fondo encargado de la gestión de la compañía, lo más importante es que dicho impacto sea sostenible y pueda perdurar en el tiempo. Así que, habiendo vivido esta experiencia, sentimos una responsabilidad inmensa de convertir este problema en nuestro foco de responsabilidad social empresarial en OndadeMar y, lo más importante: empezamos a actuar.
En 2016 nos asociamos con la Cruz Roja Colombiana para la construcción y mantenimiento de un pozo destinado a contribuir con el mejoramiento de la calidad de vida de 110 familias Wayúu (771 personas) como parte del proyecto Agua, que actualmente está en una etapa avanzada: hoy en día el pozo es una realidad y ya la comunidad cuenta con llaves para que las personas accedan al agua; bebederos separados para los animales; filtros y tanques, de manera que el agua sea totalmente potable y que puedan almacenarla en sus casas; y espacios privados para poderse bañar sin desplazarse.
Se trata de un proyecto totalmente sostenible: los paneles solares les brindan energía a las bombas para poder extraer el agua del pozo y los filtros cuentan con una tecnología que les permite durar de 3 a 4 años. Así mismo, se están realizando jornadas educativas para mejorar las prácticas de la comunidad frente al manejo de este recurso fundamental, de manera que hacia el futuro ellos mismos actúen de forma que su calidad de vida mejore.
En una visita reciente las personas de la comunidad nos manifestaron que la vida les cambió. Eso no solo nos llena de alegría y satisfacción, sino que nos hace saber que nuestra labor es valiosa, que realmente podemos contribuir desde nuestra compañía para tener un mejor país y que esto puede ser solo el principio de un gran proyecto que haga la diferencia.
Y es que no queremos que el programa Agua de OndadeMar se quede en una ayuda única, sino que se convierta en una iniciativa que se pueda replicar en otras comunidades que lo necesitan para así continuar ayudando a más personas. Por eso, otro componente es el lanzamiento de la colección especial Agua, inspirada en La Guajira y de la cual 40% de las ventas se donarán a este programa, ofreciendo así una oportunidad para que las personas que quieran ayudar puedan hacerlo.
Como decía antes, para nosotros lo principal es que las iniciativas que nos inspiran a generar un impacto positivo en la comunidad se ejecuten de una manera sostenible que nos permita darles continuidad en el tiempo. La responsabilidad social empresarial parte de la solidarización honesta con una causa que aporte al mejoramiento de la vida de las distintas comunidades en Colombia. Consideramos que podemos tener un mejor país si muchas más empresas buscan aquellas iniciativas que realmente las motivan e inspiran a aportar desde sus posibilidades para generar un impacto positivo que les agregue valor tanto a ellas como a Colombia.
Paola Dorronsoro
Gte. de Inv. de Tribeca para OndadeMar
