Adoptar una cultura sostenible en el sector de la gastronomía y la coctelería es una práctica que cada vez cobra más importancia. Se trata de preparar cocteles y platos en la cocina o la barra, pensando en el uso responsable de los ingredientes, al aprovechar su máximo potencial evitando exceso de residuos; comprar productos locales con procesos amigables con el medio ambiente y usar elementos biodegradables. En términos sociales y económicos la sostenibilidad en el sector significa escoger proveedores social y ambientalmente responsables, construir relaciones con ellos y garantizar negociaciones justas. Así mismo pensar en el cliente o consumidor final, ofreciéndoles productos de alta calidad.
World Class Studios 2018 son las sesiones de entrenamiento de la plataforma más antigua y grande de profesionalización del sector de la mixología en el mundo y este año la sostenibilidad es uno de los temas más relevantes, presente en las charlas y retos que se realizan en Bogotá, Medellín y Cartagena, para preparar a más de 300 bartenders que compiten por representar a Colombia en el World Class Competition Berlin, la edición global de la plataforma que se hará en octubre.
Los tres jurados de la competencia de este año en Colombia, Dré Masso, una leyenda de la industria de los spirits, consultor en sostenibilidad y rentabilidad de algunos de los bares más reconocidos del mundo, Alejandro Cuéllar, chef especialista en Cocina Silvestre, y Adrián Madio, ganador de World Class 2017 y head bartender del restaurante Juana La Loca, recomiendan en sus entrenamientos marcar la diferencia en las barras y restaurantes del país manteniendo el espíritu de los sabores en los platos y cocteles, elaborando preparaciones que despierten los cinco sentidos, cuidando cada punto de contacto con los clientes para garantizar un servicio impecable, investigando los ingredientes locales y sus propiedades, innovando mediante la combinación de disciplinas y poniendo el sello personal en cada creación.
World Class busca generar tendencias en el mundo de la gastronomía líquida promoviendo y capacitando a los talentos del sector con el fin de elevar el nivel de la coctelería de cada país. Convertir a Colombia en referente regional de excelencia implica ofrecer contenido y experiencias de alta calidad a los bartenders locales para posicionar su profesión como asesores fundamentales de los establecimientos y traducir ese esfuerzo en mejores servicios y cocteles.
Para World Class, los bartenders son los “Chefs líquidos” de la cultura y embajadores del buen beber en la sociedad.
En esta versión de la competencia, la invitación para los participantes es a recuperar recetas y técnicas autóctonas de sus regiones, para que las tradiciones gastronómicas sigan vigentes y sean sostenibles. “En World Class 2018 los cocteles contarán historias para hacer que los clientes vivan experiencias únicas. Le apostamos a Colombia y estamos iniciando la revolución de coctelería en Latinoamérica”, asegura Masso, quien actualmente vive en Cartagena y es líder de un movimiento para transformar la industria con foco en lo local y el cuidado del medio ambiente a través de propuestas para repensar la utilización de cada elemento del proceso de creación de un plato o coctel.
Dré llegó al país tras un largo recorrido por el sector de la hospitalidad en Londres y un paso más reciente por Bali, donde logró reemplazar los pitillos de plástico que contaminaban las playas por pitillos de papel, de bambú y por tallos del árbol de papaya. Su gestión cambió alrededor de 35.000 portavasos desechables, que se utilizaban al mes para atender la demanda de la isla, por portavasos artesanales y sustituyó la cristalería tradicional por piezas de porcelana creadas por miembros de la comunidad.
