Aunque los costos de construir bajo estándares sostenibles pueden ser entre 5% y 10% más altos que levantar una edificación a la manera tradicional, el ahorro en consumo de agua puede estar entre 40% y 60%, mientras que de energía eléctrica oscila entre 15% y 35%.
Esta es una de las razones por la que, en la actualidad,
el ser sostenible se ha convertido más en una necesidad que en una moda, pues es sinónimo de rentabilidad.
Diego Hernández, gerente de desarrollo de Homecenter, una de las primeras empresas en obtener la certificación Leed Gold en América Latina, afirmó que con los ahorros que permiten las edificaciones sostenibles, la inversión que se hace en su construcción puede recuperarse en un período de cinco a siete años.
Hernández agregó que además del compromiso sostenible de Homecenter, la razón por la que la empresa decidió apuntarle a la construcción sostenible fue por las ventajas de la operación, debido a la reducción de costos y a la rentabilidad de su inversión.
Cristina Gamboa, directora del Consejo Colombiano de Construcción Sostenible señaló que uno de los mayores mitos que enfrentan los promotores de la responsabilidad con el ambiente es la creencia de que la construcción realizada con estándares sostenibles es más cara que la construcción tradicional.
'No siempre una construcción que incorpora atributos de sostenibilidad tiene mayores costos que una construcción tradicional. Lo que sucede es que la decisión de hacer una edificación sostenible debe tomarse desde el primer momento y no cuando ya se han hecho avances en la propuesta, pues si se hace tarde las posibilidades de aumentar los costos se incrementan'.
Gamboa destacó la importancia de la construcción sostenible para las empresas, pues el 'ser responsable con el ambiente no es solo un tema de responsabilidad social, sino que además es un buen negocio. Esto se debe a que una empresa con competencias en construcción sostenible puede atender las exigencias de los clientes'.
Para que la inversión en la construcción con sostenibilidad no sea mayor que los costos de una construcción tradicional, Gamboa afirmó que es necesario trabajar bajo el proceso de diseño integrativo. 'En una construcción tradicional el proceso de diseño es lineal, en el que primero un arquitecto diseña el edificio y los distintos ingenieros y técnicos incorporan los diversos sistemas'.
En una edificación sostenible, todos los diseñadores, técnicos y hasta financieros están presentes desde el primer momento en la formulación del proyecto. De esta manera, todos colaboran en lograr el mejor diseño y las mejores soluciones técnicas para el caso particular y con las tecnologías que se decida tener con un mismo presupuesto.
Para hacerlo, Gamboa recomienda tener en cuenta la dirección del sol y de los vientos, así como las temperaturas durante el día y en la noche. 'Colombia es un país que tiene muy buen clima y, por tanto, la posibilidad de utilizar al máximo la iluminación natural del sol en los edificios, es un beneficio que puede generar grandes ahorros'.
Otra práctica muy importante es implementar estrategias para aprovechar al máximo las aguas provenientes de las lluvias, a través de su recolección y reutilización en usos que no requieren de agua potable, como sanitarios o riego de jardines.
En cuanto a los materiales, se recomienda utilizar aquellos derivados de procesos de producción limpia y que permitan mantener una buena calidad del aire al interior del edificio.
Otra de las principales recomendaciones para las empresas es implementar planes de separación en la fuente y reciclaje de residuos. También la promoción de programas de auto compartido, transporte en bicicleta, teletrabajo y políticas de cero papel.
