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Según el último reporte de Transparencia Internacional, en 2011 el índice de percepción sobre la corrupción en Colombia es de 3,4 sobre 10, calificación que nos invita a reflexionar.
Si bien no es un tema nuevo sí es una realidad actual que necesita toda la atención de los sectores privado y gobierno.
La corrupción tiene un gran impacto en la sociedad en el largo plazo. A través de la historia de nuestro país hemos sido testigos de los altos costos de la corrupción, y como ésta ha significado una desaceleración en el desarrollo no sólo económico sino también social de Colombia.
La corrupción bloquea el desarrollo sostenible de las naciones porque incapacita las economías, especialmente aquellas en vía de desarrollo, distorsiona la competencia de los mercados, lleva al mal uso de los recursos, afecta la calidad de los productos y lo más grave, lentifica el desarrollo económico de un país.
En Colombia, medidas como el estatuto anticorrupción (Ley 1474 de julio 2011), el cuál fue implementado durante el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, surge como respuesta a la preocupación del Estado por detener los escándalos de corrupción pública. Este estatuto dicta normas orientadas a fortalecer los mecanismos de prevención, investigación y sanción de actos de corrupción y la efectividad del control de la gestión pública.
El Gobierno y sus entidades, el sector privado y la sociedad, en general, deben unirse, ya que es poco probable que las actividades individuales sean suficientes para lograr cambios significativos y mejorar la ética y la transparencia de los procesos de negocio. Es aquí precisamente, donde Siemens focaliza sus acciones y promueve una cultura de integridad, basada en valores éticos, también desde el sector privado.
Siemens cuenta con un programa de Compliance, fuertemente establecido y reconocido a nivel mundial, el cual sobre la base de tres pilares; 'Prevención' (prevención de incidentes), 'Detección' (el reconocimiento temprano de los problemas) y 'Responder' (respuesta adecuada a las circunstancias sospechosas), ha logrado el objetivo de ser un líder reconocido en cumplimiento y transparencia - al obtener, por cuarta vez consecutiva, la más alta puntuación en su sector de negocio en Compliance por el Dow Jones Sustainability Index 2011-. Desde 2007, con este sistema la compañía ha trabajado fuertemente en desarrollar sus actividades sobre los principios de la ética y la transparencia. Hago eco, de la ya conocida frase de nuestro CEO Peter Löscher: 'Sólo negocios limpios son negocios Siemens'.
Tener un sistema de Compliance tan robusto, no es algo que se pueda lograr sin entrar en una alianza con los proveedores, clientes y socios. Con ellos compartimos experiencias y aciertos, y hemos podido mejorar en procesos. Conjuntamente estamos logrando que la lucha contra la corrupción y el comportamiento ético, sea una práctica común entre nuestros stakeholders, promoviendo una cultura de integridad en el mercado a través de acciones colectivas con las empresas que quieran apoyar esta iniciativa anticorrupción.
Para Siemens como para todas las empresas con una visión de sostenibilidad es muy importante luchar en contra de la corrupción de forma conjunta, compartiendo buenas prácticas, fomentando los programas de Compliance e incentivando la promoción de pactos de integridad entre nosotros.
Es prioritario garantizar la transparencia
Sea esta la oportunidad de hacer una invitación para trabajar en conjunto desde el sector privado por acuerdos anticorrupción, que ayuden a nivelar el terreno de juego en el ámbito de los negocios para todos. Es de alta prioridad garantizar la transparencia en el proceso de adjudicación de ofertas, así como eliminar el soborno en la adjudicación de contratos de los sectores público y privado.
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