.
EDITORIAL

Un cambio de época o época de cambios

sábado, 23 de noviembre de 2019

El país económico no se puede equivocar al analizar las protestas que desencadenaron en vandalismo, como tampoco pueden tratar bene-ficiarse los líderes de derecha o de izquierda

Editorial


Por allá en el año 2000 había un mantra que respetan los asesores empresariales y que rezaba: “no es una época de cambios, sino un cambio de época”. Eran los días que habían sucedido al miedo informático global e infundado al cambio de milenio bautizado como “Y2K”, paso de 1999 a 2000, consecuencia del hábito de los programadores de la época de omitir el siglo al almacenar fechas. Al final, nada importante ocurrió y la velocidad de la transformación de la vieja informática en la actual era digital, ha sido ascendente con grandes transformaciones sociales que van de la mano con la creciente globalización. Todo ese proceso de cambio social ha sido muy rápido y no hay mucha conciencia de que los jóvenes que nacieron en ese 2000 ya tienen 20 años, algunos ya van para su segundo año de universidad; algunos otros se han convertido en “ninis” que ni estudian ni trabajan por el fenómeno paralelo -especialmente en algunas regiones de Colombia como Cauca, Valle y Eje cafetero- de que viven de las remesas que sus familiares les hacen llegar de destinos como Estados Unidos o España; una cifra que ya ronda los US$6.000 millones anuales.

La globalización apurada y extendida por el acceso a las redes sociales y la verdadera explosión de los celulares como artículos de primera necesidad, han hecho que esos jóvenes centennials y millennials, que les precedieron, sean mucho más afines a que su mundo sea preformateado por las aplicaciones para celulares. Uber para transportarse; Airbnb para hospedarse; Amazon para comprar; Rappi para sus necesidades básicas logísticas; la banca digital para sus gastos, y hasta una media docena de APPs para moverse en patineta. Eso sin contar con Netflix, la televisión de pago y su música almacenada en Spotify o AppleMusic, todo un arsenal de cambios sociales que atrincheraron sus anhelos, al tiempo que abrieron una brecha con los Baby Boomers y X que regían sus usos y consumos.

Así los “boomers” y los “X” tengan cuentas en Instagram, envíen mensajes por Whatsapp y revisen qué hacen sus conocidos en Facebook, no son nativos digitales y sus círculos sociales se formaron en tiempos de la telefonía fija y el cine en salas de centros comerciales, hábitos decadentes que son de otra época para los veinteañeros de hoy.

El problema es que las redes sociales y el acceso a la información global les hicieron creer a los más jóvenes que tenían todo ganado con solo ser parte de una comunidad virtual y al estar auspiciados por sus padres; el gran choque viene de la mano de los ingresos, cuando se dan cuenta de que el plan de datos para navegar cuesta mucho dinero; que la televisión por suscripción vale; que el internet hay que pagarlo y que hay unos gastos hormiga aparentemente baratos como Uber, Spotify o Netflix que sumados cuestan. Esa conciencia juvenil (madurez) está recorriendo el mundo y es el hilo conductor entre Santiago, Beirut, Bogotá y Cali, que además está siendo mal interpretada por los viejos líderes políticos que ven en las reivindicaciones causas ideológicas que son menores en toda la protesta social. Es cuestión de ingresos, de futuro económico y de acceso al mundo desarrollado.

La gran conclusión es que la era de la información y de la globalización en el consumo ha borrado las fronteras y puesto en entredicho el modelo económico, muy enfocado en resultados políticos, pero de lento derrame en términos de ingresos de las familias.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE EDITORIAL

Editorial 13/12/2024 Tasa de cambio al ritmo festivo de fin de año

La llegada de remesas a Colombia en 2024 será histórica, muy cerca de los US$12.000 millones, una cifra que, al menos en diciembre, morigera la acentuada devaluación del peso

Editorial 12/12/2024 Gravar compras en AliExpress, Temu y Amazon

El Estatuto Tributario en Colombia debe estar a tono con las tendencias de consumo de las familias, y más aún, con los nuevos jugadores del mercado que no pagan nada de impuestos

Editorial 11/12/2024 Por arte de magia, las apuestas salen de la tributaria

No hay nada más poderoso que el lobby en las reformas tributarias, ahora los juegos de azar lograron evadir los nuevos impuestos que apretarán a los de siempre para 2025