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EDITORIAL

Nada que la inflación baja a 4%

martes, 6 de junio de 2017
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El año pasado la inflación era casi el doble de la este mayo, de 4,37%, lo único por esperar es que el caos de los paros no dispare los costos

La variación de los precios de 0,23% registrada en mayo sigue siendo alta, máxime si se tiene en cuenta que la llamada inflación es el verdadero flagelo económico para los más pobres, pues hace que los precios de los bienes y servicios que consumen se incremente, y casi que en simultánea el valor del dinero disminuya mes a mes, lo que afecta el poder adquisitivo de las personas: menos consumo menos plata. En una situación inflacionaria, la gente no tiene capacidad de consumo porque devenga poco salario o recibe mínimos por su actividad económica que desempeña y cualquier variación de precios hace que disminuya su ya mermada capacidad de compra.

A la inflación contada hasta el quinto mes del año, mayo, le hace falta ya muy poco para que entre en el rango de variación prevista por el Banco de la República para todo el año que está entre 2% y 4%. Según lo informado por el Dane, entidad estatal que solo lleva la estadística, pero no hace pronósticos, informó que el dato anual está en 4,37%, 0,37% por encima de lo esperado (4,66% a abril), situación que pone en espera la ilusión de un IPC controlado hasta el dato de junio próximo, para que éste se acerque a 4%, un porcentaje que generaría mucha tranquilidad para los codirectores del Emisor, quienes sí son los que ponen las metas y aplican medidas monetarias para controlar el alza de los precios, pero más para los consumidores que a la final son los que más padecen la fluctuación al alza de los precios. 

Los actores económicos esperaban que en mayo los precios tuvieran una fluctuación  hasta el esperado 4%, pero siguen altos si observamos que el año pasado para la misma fecha el incremento fue de 0,88% y este bajó a o,40%, pero en otras condiciones económicas nacionales e internacionales. Los sectores de la vivienda y la salud fueron los que mayores variaciones registraron, 0,49% y 0,43%, dos cifras que siguen siendo muy altas y que están por encima del promedio de variación de los bienes y servicios. Por debajo del promedio y con mejor comportamiento está transporte con 0,19%; vestuario con 0,16%; alimentos con 0,07% y la educación con 0,01%. Los demás sectores medidos tuvieron una variación negativa, es decir bajaron sus precios. Cuando el Dane entregue los datos de junio seguramente verá una afectación nuevamente en los alimentos y el transporte, dos sectores que se verán impactados por las protestas en el puerto de Buenaventura, aunque el suministro de alimentos, vía buenas cosechas, sigue siendo óptimo, pero el transporte puede encarecer las cosas y nuevamente ver que un eventual regreso al cause inflacionario en las inmediaciones de 4% puede aplazarse por otro par de meses. Si se mira la inflación con la lupa anualizada podemos observar que las cosas están complicadas en términos de altos costos: la salud ha subido durante el último año 7,71%; educación 7,51%; comunicaciones 7,27%, convirtiéndose en los renglones de mayor valor, paradójicamente sectores regulados o en donde el papel del Estado en la formación de esos precios es determinante.

Controlar la inflación por parte del Gobierno y de las autoridades independientes es más que un deber una responsabilidad por el impacto que una variación alta de precios afecta a la gente. Las personas que ganan el mínimo, que a comienzo de año recibieron una incremento de 7%, están viendo disminuido su ingreso real en 3%, pues durante el año ya se presenta una inflación por encima de 4%, situación que castiga su ingreso real y que se lo hace disminuir mes a mes metiéndolo en una espiral de pobreza sin esperanzas.

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