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Evolución reciente del Ipec, 2021-2025
Ya hay listas al Congreso y la baraja de candidatos a la Presidencia se empiezan a depurar, con todo ello, la incertidumbre se despeja, sin perder los miedos crónicos
Es un hecho elocuente que con la proximidad a las elecciones al Congreso, a la Cámara de Representantes, al Senado y la Presidencia, las cosas se empiezan a aclarar, así lo refleja el Índice de Incertidumbre de la Política Económica elaborado por Fedesarrollo, que se redujo a 216 puntos, una caída de 55 puntos frente a octubre cuando registraba 271 y de 3 puntos frente al registro de noviembre de 2024, que era 219, aunque el indicador completa 86 meses por encima del promedio histórico de 100 observado entre 2000 y 2019.
El centro de investigación discrimina el Indicador que se registra al final de año: eventos que impactaron la política económica, social y geopolítica (51,2%), actividad económica (22,0%), variables financieras (12,2%), otros (12,2%) y seguridad (2,4%). La mayor reducción fue la categoría de seguridad (-5,9 puntos porcentuales), junto con política económica, social y geopolítica (-5,5 puntos porcentuales). La categoría de actividad económica presentó el mayor incremento frente a noviembre de 2024 (+10,7 puntos porcentuales), mientras que la categoría de seguridad mostró la mayor contracción (-7,0 puntos porcentuales).
En un hecho real como son las elecciones presidenciales y al Congreso, significan esperanza para los colombianos que le hacen seguimiento a la actividad económica, política y de seguridad; poder elegir un nuevo presidente, a unos legisladores que representen los intereses de los ciudadanos, actúa como un bálsamo para la siempre traumática realidad. Tradicionalmente la incertidumbre es altamente afectada por la pugnacidad política, el deterioro del orden público y el retroceso de los fundamentales económicos como el crecimiento del PIB, el costo de vida y la devaluación o revaluación del peso.
Ninguna variable pesa más que la otra, pero hay ocasiones en las que el deterioro de la seguridad borra los logros económicos. En términos de economía, seguridad y política, pueden pesar mucho más las elecciones porque allí reside la esperanza de que los gobernantes generen las condiciones para que la economía crezca y se articulen planes de máxima seguridad social. Poco a poco, con el paso de las semanas y la llegada de marzo, mes cuando se elija un nuevo Congreso, las cosas pintan mejor al confiar en que el poder legislativo haga las reformas necesarias para que la realidad de las familias cambie.
En mayo, cuando se realicen las elecciones para la Presidencia de la República, habrá certidumbre de los cambios disruptivos que se hagan, o pesimismo y más incertidumbre, y se eligen políticas y políticos de la misma línea del actual Gobierno Nacional. Ojalá bien entrado el primer trimestre del nuevo año, haya más certezas de lo que va a pasar, y el Indicador de Fedesarrollo esté en el promedio de los 100 puntos, que se aleje de los más de 270 puntos que se han venido registrando.
Más o menos es lo que ven y copian las firmas calificadoras de riesgos y la banca multilateral para darle el visto bueno, regular o malo al rumbo de la economía colombiana, que tiene el imperativo de recuperar el grado de inversión, y lo que no es menor, volverse destino nuevamente de grandes inversiones en todos los sectores. Muy a pesar de que la economía registre buenas cifras, en lo aparente, lo fundamental para crecer y sacar a más colombianos de la pobreza es disminuir las precariedades, y una de ellas es la seguridad.
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