Lío panameño resultó bien para Colombia

Las relaciones con Panamá son más entrañables que con cualquier otro país del mundo. No solo porque hizo parte de nuestra geografía hasta hace un siglo, sino porque allí viven medio millón de colombianos entre legales e ilegales; es el destino de muchos capitales de empresarios locales que usan ese sistema financiero para proteger su dinero, y además porque tarde o temprano el país del Istmo hará parte de la Alianza del Pacífico, una suerte de grupo que tiene en común las buenas prácticas económicas y fiscales. Y lo que más pesa en esa relación binacional (una mezcla de primos en primer grado de hermanos) es un intercambio comercial superavitario de unos US$2.400 millones anuales, 6% de nuestros negocios externos.

Tal vez esta trama polémica con Panamá no obedece a una estrategia colombiana diseñada desde el alto Gobierno, creemos más que es fruto de la descordinación de los ministros. Pero sea como sea le salió bien a la administración Santos por la simple razón de que el tema está en la agenda las autoridades económicas mundiales. Que Colombia haya considerado por unas dos semanas a Panamá como paraíso fiscal es una realidad que venía repitiendo reiteradamente el exdirector de la Dian, Juan Ricardo Ortega, y que nadie se había dado el lapo de llevarlo hasta la reacción de los panameños que amenazaron con su toda su escasa artillería de medidas locales. La gran conclusión es que Panamá si quiere verdaderamente ser un Estado moderno y con crecimiento serio, debe dejar de ser un paraíso fiscal donde se escondan capitales legales e ilegales, y que no puede ocultar que es una república que engrosa la lista gris de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ocde. 

Panamá tiene 21 tratados de información financiera con diferentes países del mundo como Estados Unidos y México, pero se ha ‘ranchado’ en hacerlo con Colombia, pues el hueco de cuentahabientes sería enorme para sus arcas, de unos dos billones de pesos. Ahora tiene un año para elaborar un tratado de entendimiento, de lo contrario seguirá siendo un país paria en la región, pues Chile, Perú y México, seguramente se alinearán con Colombia en este objetivo de hacer que Panamá cumpla con las normas mínimas de transparencia financiera y no sea más un paraíso de capitales que no pagan impuestos en países con regímenes tributarios más equitativos. Por todo la anterior es una batalla para Colombia en la guerra contra los paraísos fiscales que está librando el mundo entero. Bien lo dice el ministro Cárdenas Santamaría cuando afirma que esas ‘islas financieras’ donde vale el ‘tapen tapen’ están en vías de extinción.