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EDITORIAL

¿Cuándo se elimina el cuatro por mil?

lunes, 14 de enero de 2013
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Pastrana lo creó, Uribe lo aumentó, y ahora Santos debe apurar su liquidación, pues se está prestando para corrupción

Pastrana lo creó, Uribe lo aumentó, y ahora Santos debe apurar su liquidación, pues se está prestando para corrupción
 
En el tema de impuestos no todo está sentenciado con la aprobación de la pasada reforma tributaria en el Congreso de la República, ocurrida en diciembre. Quedan varias cosas pendientes de alto calado para la economía, que las tendrá que sacar un Presidente con mucha popularidad, un Congreso a su lado y unos empresarios comprometidos con su administración. Está pendiente, por ejemplo, el asunto de la reforma tributaria estructural para que el país entre por la senda verdadera de la revolución tributaria con función social, que ha llevado a los países de la Ocde a los niveles de desarrollo que hoy ostentan. Pero a muy corto plazo, lo que más necesita la ‘colcha de retazos’ en que se ha convertido nuestro sistema tributario es eliminar cuanto antes el llamado impuesto al ‘cuatro por mil’, que ya está liquidado como estrategia impositiva y se está usando como mecanismo de evasión por muchas personas naturales, incluso por algunas entidades del sistema financiero, tal como lo ha denunciado el director de la Dian, Juan Ricardo Ortega.
 
Se supone que el ‘cuatro por mil’ se desmontará de manera gradual en un periodo de tres años, dado que siempre se le consideró un gravamen antitécnico creado por Andrés Pastrana como un impuesto provisional parta fortalecer el sistema financiero. En ese momento nació como ‘dos por mil’, que luego en la administración de Álvaro Uribe subió a tres y luego al actual cuatro. Ese impuesto tiene un gran germen de subdesarrollo, no en contra de la bancarización como muchos lo manifiestan, sino que incentiva por naturaleza el manejo de grandes recursos bajo la mesa o de manera informal, prácticas de manejo de efectivo que generan inseguridad en un país con altos niveles de delincuencia.
 
Es un impuesto nocivo de fácil recaudo, factor por el cual ningún ministro de Hacienda se ha dado el lapo para acabarlo. Las cifras de recaudo son enormes. En 2011 se recaudaron por este concepto más de cuatro billones de pesos, y en el año anterior, unos cinco billones. La fórmula de Santos para acabar este impuesto no es la mejor para la economía. No se puede esperar que solo para 2014 se baje al dos  y en 2016 al uno para una liquidación total en 2018. Esas fechas son muy largas, mientras que personas naturales y jurídicas siguen haciendo de las suyas con dinero que no está entrando a las arcas nacionales. Ese es el verdadero problema.
 
Al Director de la Dian hay que ponerle mucha atención cuando denuncia que por evasión del ‘cuatro por mil’ se están perdiendo más de dos billones de pesos. Una cifra escandalosa en robo de impuestos. El Gobierno debe actuar de manera rápida y muy expedita en el Congreso de la República, para que el sistema financiero se libre de tal gravamen.
 

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