MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Rebajar su producción de 33,4 millones de barriles diarios a 32,5 millones durante 2017 para hacer subir los precios, es agridulce para Colombia
El cuento de que es mejor que el petróleo se venda caro para mejorar las deterioradas finanzas públicas, no deja de ser sospechoso, pues es lógico que si el petróleo sube por encima de US$60 -tal como se tiene previsto para lo que resta de 2016 y durante todo 2017- los colombianos tendremos que pagar gasolina más costosa y un consiguiente nuevo encarecimiento de la canasta familiar, dada la transferencia de alzas que genera el sector del transporte. En pocas palabras, la tendencia a la baja de la inflación del último mes puede reversarse por la gasolina más costosa que nos depara el corto plazo. Recordemos que cada mes, el Ministerio de Minas hace un ajuste a los precios del combustible, una decisión que tendrá que darse mañana al final de septiembre y comienzo de los últimos 90 días del año. Así pues, no es para desgarrase las vestiduras la decisión tomada por la Organización de Países Productores de Petróleo, Opep, de congelar la producción.
Las naciones productoras de crudo decidieron rebajar su producción actual de 33,4 millones de barriles diarios a 32,5 millones a lo largo de 2017 con el objetivo de hacer subir los precios del crudo, que han registrado una espectacular caída en los dos últimos años. Si bien Colombia no es un país de ese cartel de productores y de precios, si está a la merced de sus decisiones. Vale la pena recordar que la crisis macroeconómica de países como Rusia, Venezuela, Brasil, mucho tiene que ver con su alta dependencia de la comercialización internacional de crudo. En especial Venezuela que es un país monoproductor y altamente dependiente de sus otrora US$93.000 millones de exportaciones solo de combustibles, dinero que se bajó a menos de la mitad por efecto de los precios y sumió a esa economía en una de las peores crisis de su historia reciente. Venezuela y otros productores ajenos a este cártel, con Rusia a la cabeza, han sido los promotores de este congelamiento.
Colombia no fue la excepción y a los bajos precios del combustible se le han achacado todos los males de la economía, en particular el déficit fiscal y el déficit en la balanza de pagos. Fue uno de los chivos expiatorios de la actual situación económica, que muchos ven como afortunada para que el país entienda que debe hacer sus exportaciones más diversificadas y no depender del petróleo, pues somos un país con petróleo, pero no petrolero. Es bueno vender petróleo colombiano más caro, ojalá a más de US$60 el barril, no obstante hay que alertar que ese escenario no puede frenar la diversificación de productos en los mercados externos.
El histórico acuerdo de la Opep para subir los precios, que deberá ser refrendado el próximo 30 de noviembre en la reunión oficial de ese cártel en Viena. No hay que hacer fiesta porque vender crudo caro se revierte en gasolina más costosa.
El Gobierno no ha entendido que la manera más popular y expedita de solucionar sus problemas de dinero es recortar gastos de funcionamiento y ejecutar mejor los recursos
La economía primero, podría ser el mantra crónico de los mandatarios estadounidenses, pero en Trump es su Estado, hacer negocios, sacar máximas utilidades y ganancias
El nuevo sistema pensional ya empezó a andar con la puesta en marcha de las Accai, pero la jubilación como concepto sigue despertando más miedo que ilusión entre los colombianos