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Seguridad alimenticia

sábado, 4 de mayo de 2013
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Colombia tiene 114,17 millones de hectáreas continentales de las cuales se supone que 50 millones son de uso agropecuario; sin embargo, según datos del Dane para 2012 apenas se sembraron un poco más de 2,5 millones de hectáreas; un poco menos de 400.000 hectáreas de bosques comerciales cuando para esto hay disponible 14 millones de hectáreas; y 30 millones de hectáreas de uso pecuario de las cuales solo 20 millones tienen la vocación para eso, con una participación del 79,7% de tierras de uso agropecuario.

 
Las mayores concentraciones de hectáreas de uso agropecuario están en Meta con 14,2%, Casanare con  10,7%  y Antioquia con 10,4%; sin embargo, en términos de unidades productivas, Boyacá participó con 20,4%, Cundinamarca con 14,0%, Nariño con el 12,1% y Cauca con 10,3%. Estos son los departamentos con la mayor cantidad de unidades productoras.
 
Según cálculos propios basado en datos del Dane resulta un promedio de aproximadamente 5 hectáreas por unidad productiva en Boyacá, mientras que da un promedio de aproximadamente 161 hectáreas por unidad productiva en el Meta.
 
Eso demuestra el nivel de concentración de tierras de algunos departamentos y al mismo tiempo señala que hay departamentos en los que la producción está determinada por pequeños productores y minifundios.
 
Estos datos reflejan las iniquidades frente al acceso de tierras y pueden explicar los niveles de pobreza rural que según el Dane se encuentran en un alarmante 48,3% a pesar de haber disminuido casi 5% frente a 2011.
 
Preocupan las disposiciones del gobierno para aumentar la competitividad del sector agropecuario pues según el Ministerio de Agricultura entre las estrategias para aprovechar las oportunidades de los TLC está la de priorizar los productos competitivos.
 
El mismo ministerio dice que el 90% de las exportaciones colombianas de productos agropecuarios se concentran en solo 7 productos que para 2012, según el Dane, fueron: café, flores, banano, azúcar, aceites vegetales, ganado vivo y pescado congelado; luego los que no están clasificados ahí no son competitivos y su producción no sería estimulada decididamente. Ahí estarían alimentos básicos como la papa, el arroz, la yuca, el maíz, la cebolla, el tomate, la cebada, entre otros, que son productos necesarios para la alimentación de los colombianos.
 
Teniendo en cuenta que todavía el 90% de la demanda interna se abastece con producción nacional, es inquietante que el gobierno decida enfocar sus esfuerzos con mayor énfasis solo en productos competitivos, pues generaría el desestímulo del cultivo de productos diferentes a estos además de la sustitución de esos cultivos por aquellos que sí tendrían el apoyo del gobierno.
 
Supuestamente, según un documento entregado por el Ministerio de Agricultura al Congreso de la República, solo el 10% de la demanda interna de alimentos se abaste del exterior; sin embargo, según el mismo documento para 2011 las importaciones de alimentos representaron el 28% de toda la oferta alimentaria en el mercado interno y las importaciones de productos agropecuarios represento el 26% del total de la oferta domestica.
 
Luego hay una seria contradicción; sin embargo, todo indica que Colombia ya no se puede auto sostener en cuanto a su propia alimentación.
 
Para prevenir más pobreza y mayor desempleo, en el campo colombiano, es importante que el gobierno busque la forma de apoyar el cultivo y la producción de todos los productos agropecuarios que garanticen no solo la seguridad alimenticia de los colombianos sino también un trabajo digno para el campesino.

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