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ANALISTAS

Razones de la rebelión cafetera

jueves, 15 de marzo de 2012
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Muy respetados Señores,

Dada la importancia de La República y su interés de informar fidedignamente, me permito solicitarle el derecho de réplica a su editorial del pasado 9 de marzo. Derecho que solicito en razón de algunas imprecisiones y las insinuaciones sobre el incumplimiento de las obligaciones laborales de quienes apoyamos la  llamada "rebelión cafetera", a la cual se unen día a día miles de cafeteros descontentos.

Además de cumplir a cabalidad con las leyes laborales, los cafeteros  tenemos incrementos de costos mayores a la inflación en fertilizantes,  fletes, energía y arreglos de vías que los municipios no reparan. No entendemos la intención de un incremento de impuestos a los  campesinos cafeteros en la misma reforma tributaria que se rebajan los impuestos a los empresarios y sociedades asentadas en las ciudades.

Adicionalmente va en contravía a la promesa del Sr. Presidente Dr. Juan Manuel Santos de no subir los impuestos. "Lo puedo escribir sobre piedra" ha afirmado en varias ocasiones. Estos impuestos o  "contribuciones forzosas" sobre ingresos brutos antes de gastos son actualmente de $24.000 por carga de 125 kgs. y la desconocen la inmensa mayoría de los humildes cafeteros pues no la especifican en el recibo de compra. A menores precios futuros, las "contribuciones" serían el golpe de gracia final para la actividad cafetera.

Para su información, la actual cosecha esta proyectada en 7 millones de sacos de café que al precio actual, previo descuento de gastos e impuestos por "contribución cafetera" tendría un valor de solo 3.3  billones de pesos. El servicio de Información Cafetera -SICA-, estadística que elabora la Federación, advierte que el 88% de los caficultores poseen menos de una hectárea de cultivo, responden por el 53 % de la producción y que a los precios y volúmenes actuales tienen un ingreso bruto promedio de $3.7 millones por cosecha - 40 % de un salario mínimo anual mas prestaciones y parafiscales- de los cuales deben deducir gastos. Estos campesinos están en la miseria, sin vivienda en su predio, con sus hijos con alto grado de desnutrición y bajo nivel de educación. Esto los convierte en caldo de cultivo para los narcoterroristas, guerrilleros, paramilitares y demás delincuentes que los vinculan a su actividad o los desplazan a los centros urbanos donde incrementan los cinturones de miseria.

No es cierto que las hectáreas en renovación sean la causante de la caída de las cosechas, pues estas son periódicas y constantes. La grave reducción de producción desde 12 millones de sacos a solo entre siete y ocho millones para cuatro cosechas consecutivas es efecto del abandono de cultivos por las pérdidas que genera agravadas por la revaluación e incrementos de costos. En el entretanto, Brasil, Vietnam, Perú y Honduras, entre otros, han incrementado en más de un 50%  su producción. Conociendo las pérdidas -año tras año- del Fondo Nacional del Café, se deduce fácilmente que las antiguas y nuevas contribuciones son para cubrir pérdidas de la operación comercial que ejecuta la Federación.

Los estados financieros del Fondo a diciembre 31 de 2009 registran resultados negativos acumulados de 749 mil millones de pesos. En los informes financieros del ministerio de Hacienda (documento asesores 005/mayo 19 página 27) se registran resultados negativos por $368 mil millones para el 2010, acumulando pérdidas por 1 billón 117 mil millones.
Pérdidas que en realidad son mayores si se considera que el balance muestra la liquidación de activos con importantes valorizaciones -Inventarios de café, acciones y bienes inmuebles-.  Más que nuevos impuestos para cubrir las pérdidas del Fondo, el Gobierno, la Contraloría y Procuraduría General de la Nación deben de investigar el detrimento de un patrimonio público como lo es el Fondo Nacional del Café y definir la restructuración total de la institucionalidad.

El Fondo ha retenido de los ingresos brutos de los caficultores, durante décadas, "contribuciones forzosas" por más de 20.000 millones de dólares  -60.000 millones a precios constantes-. Esta cifra es muy superior al valor  de la totalidad de las plantaciones de café en el país y ha sido retenida bajo la falsa premisa de que es un ahorro para el futuro. ¿Cuál futuro? Por el contrario las han impedido a los campesinos formar un patrimonio y tener una rentabilidad para construir una vivienda y alimentar y educar a sus hijos.  La paz se construye con hechos de justicia social.

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