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La propuesta es que todo trabajador tenga protección en la vejez

lunes, 4 de marzo de 2013
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El nuevo Modelo de Protección para la Vejez que venimos socializando con los representantes de los empleadores y los trabajadores del país, nace de la incertidumbre frente a una gran preocupación: el 70% de los colombianos llega a la edad de jubilación sin contar con un ingreso que le permita vivir una vejez tranquila.

Es por eso que esta iniciativa, más que una reforma, es un modelo que busca subsanar la escasa cobertura pensional, la desigualdad del sistema y la falta de garantías fiscales para evitar que este quiebre. Un esquema que mantiene la edad y las semanas de jubilación para obtener una pensión, pero que sobre todo, encamina sus esfuerzos a ofrecer mecanismos para que todos los trabajadores formales e informales cuenten con un ingreso al llegar a la edad de retiro, ya sea dentro del sistema pensional o con una ayuda del Gobierno.
Cada año llegan a la edad de jubilación cerca de 305.000 trabajadores, de los cuales solo 158.000 solicitan su pensión, porque los demás consideran que no alcanzan a cumplir los requisitos. De los que presentan la solicitud, menos de la mitad logra recibirla, pues únicamente 68.000 de ellos cumplen realmente los requisitos. Hoy en Colombia, solo uno de cada tres trabajadores en edad de pensión puede acceder a ella. Este desalentador panorama exige un nuevo Modelo de Protección para la Vejez que ya arrancamos a implementar.
Nuestra meta es que en 2030 el 80% de los trabajadores colombianos cuenten con algún tipo de protección a la hora del retiro. Con ‘Colombia Mayor’, el Programa de Solidaridad con el Adulto Mayor, hoy cubrimos a cerca de un millón de personas mayores de 65 años que se encuentran en el Sisbén 1 y 2, es decir, en situación de indigencia y extrema pobreza, y esperamos proteger en 2018 a 2.400.000 mayores en esas condiciones. Estas personas cada dos meses reciben un subsidio para atender sus necesidades básicas.
El modelo también incluye los Beneficios Económicos Periódicos, BEP, que protegen a aquellos trabajadores informales que devengan menos de un salario mínimo y a quienes sus ingresos no les permiten entrar al sistema pensional. Estos trabajadores ahorrarán de acuerdo con su capacidad en una cuenta BEP, y el Estado premiará ese esfuerzo al final de su vida laboral con un subsidio de 20% adicional a lo ahorrado, proveniente del presupuesto general de la nación.
También estamos proponiendo mecanismos como la cotización retroactiva, con la cual los trabajadores que llegan a la edad de jubilación y no alcanzan a cumplir los requisitos de pensión puedan recibirla cotizando de forma retroactiva las semanas faltantes. Otra acción es la incorporación de la pensión familiar, que permite que los ahorros de una pareja se unan y así beneficien a toda la familia.
Un problema adicional que tiene el actual Sistema General de Pensiones es su desigualdad. Hoy una persona que cotiza sobre una base de diez salarios mínimos recibe un subsidio del Estado de 428 millones de pesos, mientras que quien aporta sobre un salario mínimo recibe sólo 87 millones.  En este momento a más cotización, hay más subsidio.
En este sentido, el nuevo modelo propone que todos los trabajadores formales reciban el mismo subsidio sobre la base del primer salario mínimo, que se hará en el Régimen de Prima Media. Quienes puedan cotizar por encima del salario mínimo lo harán en el Régimen de Ahorro Individual. Para esto los dos regímenes pensionales que existen en Colombia, de Prima Media -RPM- y de Ahorro Individual -RAIS-, se complementan.
Quedan por definir, y para eso está abierto el debate, cuál debe ser el período de transición para este nuevo modelo, y si se pueden incluir subsidios escalonados o no. También queda claro que ni un peso de los cotizantes del RAIS irá al presupuesto estatal.
Con este nuevo Modelo de Protección para la Vejez, no solo promovemos la incorporación de los trabajadores al Sistema General de Pensiones, SPG, sino que buscamos brindar protección para la vejez como respuesta a la grave realidad social del país.
Esto no significa que bajaremos la guardia frente a nuestro principal objetivo: el del diseñar políticas de “trabajo como debe ser” y con garantías que combatan la informalidad. Es una necesidad seguir disminuyendo las cifras de desempleo y continuar impulsando la formalización laboral, como motor de un sistema pensional sostenible. 
Hoy tenemos la gran responsabilidad de lograr que no exista ningún colombiano sin protección social y sin protección en la vejez, por eso más que por una reforma, nuestra apuesta es por un nuevo Modelo de Protección para la Vejez. 

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