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ANALISTAS

La fábula de la gallina de los huevos de oro

martes, 25 de junio de 2013
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Los medios de comunicación afirman sin análisis fundamentados y por lo tanto equivocadamente,  que existe una sobreoferta en la producción de café a nivel mundial. La consecuencia es la dramática caída de los precios a niveles que generan miseria y hambre a millones de familias   alrededor de todo el mundo que lo cultivan. 

Desafortunadamente se apoyan en información sesgada por parte de los tostadores de café  y en algunas otras afirmaciones de las instituciones privadas de los países productores, que magnifican las altas producciones en Brasil, Vietnam e Indonesia, o la recuperación de la de Colombia, sin comparar la oferta con la demanda. 
Es importante señalar que, a valores constantes, los precios de venta actuales  para el café son los más bajos en muchas décadas. Inclusive más bajos que aquellos sufridos después de la ruptura del pacto mundial, ya que los costos de producción se han incrementado muy por encima de la inflación como consecuencia de que los fertilizantes, fitosanitarios, energía y transporte han cuadruplicado sus precios paralelamente con los precios del petróleo.
La realidad del balance entre la oferta y la demanda es bien distinta. La actual capacidad instalada de producción de café, aun con abundantes cosechas en algunos países, alcanza un nivel alrededor a los 144 millones de sacos en su promedio bianual y la demanda se sitúa en casi  145 millones con proyecciones de  crecimientos del 2,3% anual, equivalente a 3,2 millones de sacos de nuevos consumos cada año. Con los bajos precios actuales y las pérdidas que estos generan es bien difícil incrementar estas cantidades de producción hacia el futuro para acompañar a la demanda. Por el contrario muy posiblemente la producción se reduzca tal  como ocurrió a principios de 1990 cuando se disminuyó en un 10% por la falta de fertilizaciones, renovaciones y malas prácticas culturales en las plantaciones por la falta de recursos de los cultivadores.
Para agravar la situación, la casi totalidad de los países centroamericanos y Perú sufren un ataque violento de la plaga llamada “Roya del Cafeto” que reducirá entre un 20 y un 30% la producción de estos países en los próximos dos años,  o más si los gobiernos no destinan recursos para detenerla, ya que los productores no los tienen.
Si bien se dice que la información es la base del éxito, entonces la desinformación sobre las realidades del balance del mercado mundial del café es la causante de que miles de productores se encuentren en la miseria y hacia el futuro desaparezcan, mientras los tostadores “matan a su gallina de los huevos de oro” como en la fábula de Esopo. 
En muy buen momento el gobierno de Colombia ha dado un apoyo fundamental a los cultivadores de café para que logren atravesar la presente crisis y sobrevivir a tiempos de mejores precios que más temprano que tarde se presentarán. Aunque sea repetitivo, la actividad cafetera genera uno de cada tres empleos rurales y de ella depende la economía de seiscientos municipios del país. Sin bienestar rural es bien difícil lograr la paz que tanto anhelamos  los colombianos. 
Nota: Es tan grave la desinformación sobre la oferta y demanda de café, que la misma Organización Internacional del Café -ICO- por sus siglas en inglés, donde los productores son grandes aportantes, emite las estadísticas de exportación de los productores sin descontar las importaciones que en cantidad de casi 10 millones de sacos estos ejecutan anualmente  para complementar su consumo interno o para reexportarlo procesado. Lo anterior ocasiona que los analistas consideran que lo exportado es neto y que comparado con los consumos existe un excedente.

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