Los 10 artistas jóvenes de 2017

Sin embargo, esa misma incertidumbre ha empezado a beneficiar a artistas y al mundo del arte más en general. Sin la presión para que una obra de arte de US$14.000 sirva de vehículo de inversión inmediata, el mundo del arte ha vuelto, al menos en parte, al proceso de confeccionar y vender obras interesantes, que estimulan a pensar.

Los 10 artistas siguientes son tanto beneficiarios como catalizadores de este fenómeno: han hecho exposiciones en galerías respetadas y han tenido una buena recepción crítica y comercial, pero han mantenido prácticas artísticas que evitaron el revuelo y la histeria. El mercado de 2017 puede muy bien ser su año.

Jordan Casteel

Casteel, una de las artistas residentes 2015-16 del Studio Museum en Harlem, es conocida por sus pinturas figurativas en gran escala de hombres negros. Los cuadros evocan con sorprendente inmediatez la complejidad de sus temas. 

Bunny Rogers

La obra de Rogers tiene la ansiosa melancolía de la adolescencia. Eso, en sí mismo, seduce de inmediato, hasta que uno recuerda que hace 10 años que ella dejó atrás la adolescencia. Tomadas en contexto, entonces, sus instalaciones son nostálgicas no solo por la sensación general de adolescencia, sino también por sus materiales específicos y texturas emocionales. 

Maggie Lee

El arte multimedia de Lee es a menudo autobiográfico y encuentra inspiración y material tanto en los traumas como en las experiencias mundanas de su etapa juvenil. Ha hecho un largo metraje, Mommy, sobre las consecuencias de la inesperada muerte de su madre.

Ryan Mrozowski

Es fácil juzgar la obra de Mrozowski como puramente decorativa. Pero si miramos mejor, descubrimos que juega con texturas, repeticiones, forma y color. Sus pinturas “en par”, por ejemplo, son en realidad dípticos de una imagen en la cual cada lado tiene una forma diferente.

Alisa Baremboym

Las esculturas de Baremboym son resistentes a las interpretaciones. Integran materiales industriales, moldes finamente tallados de objetos y a menudo toman la forma de ensamblajes industriales. Su obra interroga la forma, la utilidad y la producción y ha ganado lentamente tracción en el mundo del arte.

Gina Beavers

Es difícil convertir pinturas en esculturas, pero los cuadros de Beavers, con aplicaciones en relieve, se acercan a hacerlo. Los objetos que pinta están tan cargados de estratos que se convierten en tridimensionales y escapan literalmente de sus marcos.

Candice Lin

No es fácil ser al mismo tiempo agradable y abiertamente politizada, pero Lin lo logra. En su reciente exposición, You Are A Spacious Fluid Sac, en la Ghebaly Gallery de Los Ángeles, su obra más prominente fue una gigantesca escultura de fibra de vidrio y papel maché de la cabeza de un insecto, por cuya boca los visitantes podían introducirse y beber té entre alfombras rosadas.

Charles Harlan

Harlan instala enormes tubos corrugados, cercos colosales y portones de cocheras de acero en las galerías de arte con una actitud que es tanto crítica institucional como intento de convertir en fetiches los objetos en serie.

Julien Ceccaldi

Ceccaldi, que nació en Canadá, recurre al estilo japonés Manga para crear sus obras, que combinan tiras cómicas, pinturas y crítica social. 

Holly Coulis

Aunque nos hemos centrado  en artistas jóvenes, siempre hay algo que decir en reconocimiento de los artistas que han tenido una carrera lenta y constante. Holly Coulis es el ejemplo perfecto. Viene mostrando su obra desde fines de los años 1990, pero su tarea nunca se dejó arrastrar