La revancha de la banda Systema Solar

Es 27 de septiembre de 2012, una tarde distinta en la cárcel de Isla Reunión. Los reclusos están a la expectativa. De repente el escenario estalla con una percusión violenta, hip hop con acento cartagenero, beats de techno y cumbias envenenadas.

El público se sacude el encierro y esa prisión en medio del océano Índico se convierte en una verbena del caribe colombiano. Al final de la presentación de Systema Solar, los reclusos, entre agradecidos y posesos, le devuelven el favor a la banda: se toman la tarima y comienzan su propio concierto a ritmo de maloya, el ritmo de esa isla francesa al oriente de Madagascar.

-Potente -recuerda Índigo, uno de los vocalistas de Systema-. Los otros toques en Isla Reunión fueron como cualquier festival del mundo, pero en esa cárcel tuvimos la mayor conexión con África. Eran auténticos raizales y desde el primer tema no pararon de bailar. En su condición de colonia, lugares como ese están viviendo una hibridación entre su música tradicional y nuevos sonidos.

Precisamente de esa hibridación se trata Systema Solar. Un encuentro entre raíces ancladas en el continente africano y sonidos urbanos de distintos orígenes, como sus integrantes. La utilización de modernos equipos electrónicos es una herramienta para revivir su herencia musical, acumulada en vinilos y casetes, con canciones de Run DMC, Wilfrido Vargas, Iron Maiden, Kris Kross, Ismael Rivera, zukus y Van Halen.

El resultado es una fiesta popular del Caribe, una verbena que cobra vida en dos álbumes y que estalla en cada presentación en las tarimas de Lollapalooza, Glastonbury, Vive Latino, Rock al Parque… más de 20 festivales, más de 80 ciudades, más de 500 conciertos y cientos de miles de verbeneros reunidos en un auditorio de Estambul, una calle de Barranquilla, un escenario de Milán o una cárcel de Isla Reunión. El inicio de ese viaje se remite a 2006, de la mano de la VJ Vanessa Goksch, responsable de los visuales, también conocida como Pata’e Perro.

-Me invitaron a la bienal de arte de Medellín -recuerda Goksch-.Teníamos solo un mes y no había nada. Yo trabajé en los visuales, ellos montaron las canciones, el show, el nombre… ese fue invento de Dani Boom, al principio nos íbamos a llamar “Systema Solar del Majagual”.

Desde esa presentación el 6 de noviembre de 2006 comenzaron a dar forma a su particular manera de salir al escenario: llegan al backstage relajados, después concentran toda la energía y, al final, con prendas coloridas y recargados hasta los huesos, salen a ser ellos mismos en una descarga que tiene tanta preparación como improvisación en tarima. Así lo recuerda Pellegrino, ingeniero de sonido de la banda:

-Esa noche, en vivo, fue nuestro primer ensayo general, y ahí descubrimos quiénes éramos: “¡Mira ese tipo cómo salta, ¿de dónde sacaron a este man?!”. Tocamos ‘Sin oficio’, ‘Bienvenidos’, ‘Chico de mi barrio’, muchas de las canciones que después harían parte de nuestro primer álbum.

Entre la sensibilidad social de las letras y la energía rumbera de la música, ese primer álbum condensa la complejidad del colombiano promedio: jodido por muchos lados pero siempre rebuscándose y sin por ello dejar de bailar y reír. Esos mismos temas, con referencias a la realidad campesina, indígena y ecológica, están presentes en La revancha del burro, el segundo disco que lanzan esta noche en Bogotá.

-Es una evolución hacia otro estado de la rumba -afirma Pellegrino-. Quizás esas letras aguerridas hacen que el sonido vaya también hacia el frente. Más que un balanceo bailable, es una energía que empuja hacia delante, cercana al rock y a los ritmos negros.

-¿Y por qué el nuevo álbum se titula ‘La revancha del burro’? ¿de quién se está vengando?

-No, la revancha no es una venganza -responde DJ Corpas, MC de Systema-. Es la otra oportunidad que tiene el burro, que ha llevado tanto palo y siempre ha estado abajo, para darle la vuelta a las cosas y hacer que el otro entienda cómo es estar ahí.

Canciones como ‘La rana’ y ‘El botón del pantalón’ fueron grabadas en bloque, como si fueran tocadas en vivo. Una forma de revivir esa energía de la verbena y rendir honor a la champeta trayendo la potencia del picó al estudio de grabación.

-¿Cómo se sienten al ser asociados con la champeta o la cumbia?
-Siempre intentan rotularnos -afirma Pellegrino-. Entre los últimos géneros en los que nos meten están world bass o electronic dance music. Pero nuestro proyecto es tan ecléctico que es muy difícil de clasificar.

-¿Y la champeta?
-Estamos conectados con la escena de la champeta, pero no hacemos lo mismo que ellos -responde Corpas-. La champeta no es puramente africana, tiene de todo: soca, zukus, vallenato, salsa y si ves a un man bailando champeta también hace pases de break dance. Tomamos lo bueno de lo que tenemos a nuestro alcance y a través de ello revelamos lo malo; como la luz del pickó que al encenderse revela las manchas, lo sucio que hay en las calles. Somos berbenáuticos, no champetúos.

Sonidos que pusieron a bailar a Europa
Systema Solar presentará su segundo álbum, ‘La revancha del burro’, a las 9 de la noche de hoy sábado en la Carpa Vinacure. Canciones como ‘Bienvenidos’ y ‘Mi Kolombia’ se hicieron populares en las discotecas del país, además de ‘¿Quién es el patrón?’, que formó parte de la banda sonora de la serie de TV ‘El cartel de los sapos’. Sus miembros, de Bélgica, Cartagena, Irlanda y Bogotá, recrean cumbia, fandango y bullerengue, inscritos en la nueva ola de música colombiana. Han tenido participación destacada en el festival South By South West SXSW, y festivales como Glastonbury en UK, Roskilde en Dinamarca, Couleur Café en Bélgica, Fusión en Alemania, Cabaret Sauvage - Francia.

La opinión

John Pri
Vocalista de Systema Solar
“Mi primer cassette comprado fue de Kris Kros, ‘Jump’, y lo primero que grabé fue esperando a que sonara en la radio ‘El jardín de rosas’ de Wilfrido Vargas. Me gustaba el rapeadito”.