En Río tendremos nuestra más grande prueba

El camino se inició con el buen augurio de haber ganado en 2013, por primera vez, los Juegos Bolivarianos, título que nos había sido esquivo por más de 80 años, logro al que sumamos un destacado desempeño en Juegos Suramericanos y Centroamericanos y del Caribe, hasta llegar a otro gran logro, representado en el quinto lugar alcanzado en los Juegos Panamericanos de Toronto 2015.

A estos resultados positivos alcanzados en los distintos eventos del llamado ciclo olímpico, se suman el mayor número de campeonatos mundiales alcanzados en diferentes deportes, en toda la historia de nuestras participaciones internacionales.

En medio del  optimismo que nos generaron nuestros jóvenes atletas, por todos sus logros, nos trazamos el primer objetivo en nuestro camino a Río: el de superar el número de atletas que participaron en Londres 2012, objetivo que se logró con un gran margen de crecimiento, pues pasamos de 104 atletas a más de 140, lo que indica un crecimiento porcentual cercano a 40% y con varios registros para destacar, como la clasificación del rugby femenino, del equipo de tiro con arco femenino, o que solo cinco países lograron clasificar equipo completo (5 ciclistas) en la prueba de ruta masculina y nuestro país es uno de ellos. También en las pesas clasificó el equipo completo en damas y es el país de América, después de Brasil, con mayor número de atletas clasificados. Logramos clasificar por primera vez a una boxeadora, por primera vez tendremos un dúo de nado sincronizado, la marcha atlética masculina clasificó con cupo completo en todas las categorías y el regreso del fútbol masculino después de 24 años de ausencia.

Sobre esta base de atletas clasificados, es entendible que aumenten  las expectativas de los aficionados, con respecto a un resultado mejor que el de los pasados Juegos Olímpicos en cuanto al número de medallas, diplomas olímpicos y puntos, lo cual es entendible, pero sin desbordarnos en aspiraciones, pues no podemos perder de vista que los nuestros se enfrentarán a los mejores del mundo en cada uno de los deportes y modalidades.

Lo único cierto que tenemos para responder a esas expectativas es la confianza en las capacidades competitivas de nuestros atletas, a los cuales les procuramos las mejores condiciones para su preparación y una  atención integral asociados a sus participaciones en los eventos clasificatorios.

Sin embargo,  yo sé que estas explicaciones no dejan satisfechos a los aficionados y por eso, a riesgo de equivocarme, no podemos escabullirnos del compromiso de mejorar lo hecho en Londres, lo cual necesariamente no implica alcanzar más de ocho medallas, pues si logramos dos o tres medallas de oro, que están en el campo de las posibilidades, ya estaríamos ganando entre 10  y 15 posiciones en el medallero de los Juegos, en el cual, con una sola medalla de oro que hoy tenemos, ocupamos el puesto 38. Son dos variables, pero el compromiso es uno: Mejorar el resultado de hace cuatro años. Suerte campeones!!!!