MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Siempre para mayo y noviembre se venden obras de artistas nacidos al sur del Río Grande. Son los llamados remates de Latin American Art que se realizan desde hace 30 años. Hoy, no vemos un aumento de precios y ventas como se esperaría. Por eso se cree que los departamentos de marketing de Chiristie’s y Sotheby’s replantearán sus estrategias.
En la última edición se remataron 10% menos de las obras ofrecidas por estas casas. La estrella fue Fernando Botero, con 12% de los US$36 millones recaudados. Es más, una de sus obras alcanzó los US$1,45 millones.
Hubo buena demanda para las obras del mexicano Rufino Tamayo. Una de las que vendió el Los Angeles County Museum, duplicó el estimado y llegó a US$ 845.000. Pero, el más demandado fue el uruguayo Joaquín Torres García, de quien se vendieron seis obras en US$ 2,7 millones.
Dos fueron récords en US$1,57 millones y US$ 1,02 millones. En tanto, los artistas OP-Art o Cinéticos fueron también muy demandados. Del venezolano Cruz Diez se vendieron siete obras en US$1,6 millones, y de Jesús Soto, cuatro a US$1,44 millones. Pero la gran venta de las subastas fue la pequeña escultura en aluminio de 60 centímetros de diámetro de la brasileña Lygia Clark (1920-1988). Fue muy pujada y logró US$1,17 millones. Son esculturas neoconcretas que se mueven modificando su forma, como la Rayi, creada en 1944 por Gyula Kosice.
Esta obra es de 1960 y ha sido muy importante para su revalorización y venta, la muestra que se puede ver de 300 de sus obras en el Moma de Nueva York, que dura hasta fines de agosto. También en el Malba de Buenos Aires se puede ver una de sus obras.
La celebración contó con la participación de 89 artistas del sur de Colombia que compartieron las tradiciones y la historia del carnaval pastuso
Provenza, Carolina y El Callejón del Gato en Medellín, fueron inaugurados con la presencia de varias estrellas y música en vivo