El arte colombiano se vende pese al dólar caro

La dolarización de los artistas es un fenómeno que ocurre cuando sus obras logran un reconocimiento importante a nivel internacional, que la mayoría de sus compradores no son locales. Por lo tanto, sus obras se venden en casas de subastas como Artprice o Artnexus, donde el precio se fija en dólares, la moneda del lenguaje mundial.

Camilo Chico Triana, director del departamento de arte de Bogotá Auctions, la primera y única casa de subastas en el país, explicó  que la mayoría de los artistas colombianos no están dolarizados. “El 95% de los artistas locales se venden en pesos. La regulación del mercado sucede en pesos, no en dólares. Ahí sí juega un factor para  quien está comprando en dólares, porque su valorización juega un papel importante”.

Los artistas dolarizados como Fernando Botero, Doris Salcedo, Alejandro Obregón, Miguel Ángel Rojas, y recientemente Miler Lagos, entre otros, tienen un mercado establecido, es decir, que no solamente lo está buscando el coleccionista colombiano sino otros interesados en el ámbito mundial. Entonces,  desde otros lugares sus ventas no se verán tan afectadas como los que venden a nivel local.

 Pero esto puede ser contraproducente porque  pueden crear un obstáculo a compradores locales. “Cuando un coleccionista colombiano quiere comprar una obra de un artista que está dolarizado en el estado actual del dólar, prefiere abstenerse, porque el colombiano lo piensa en pesos.  Lo que antes le costaba $20 millones hoy le cuesta $30 millones o $35 millones”, dijo Chico Triana.

Esto quiere decir que en este momento lo recomendable para los coleccionistas colombianos es invertir en artistas emergentes que no se regulan por el precio del dólar ; y para coleccionistas internacionales que compran arte en dólares y quieren invertir en arte colombiano le conviene comprar en el país para pagar en pesos. 

Haciendo una aproximación, el arte emergente el año pasado negoció entre US$10 millones y US$20 millones en arte joven.

 Jacobo Karpio, galerista internacional que abrirá próximamente un lugar que comercializará arte en Colombia, considera que la políticas culturales de promoción del arte colombiano como un producto más de exportación del talento, pueden  lograr una aprehensión real que forme un mercado activo de arte. 

“Es muy importante que exista no solo una empresa privada o semiprivada, sino también iniciativas para pensar el arte como un hobby, una ciudad tiene que tener una feria de arte, una decoración de la ciudad. Hay una población culta que está formándose como gestores culturales, ya no solamente son los artistas o los curadores para el desarrollo de una galería de arte”, indicó el galerista.

La búsqueda por una homogeneización del mercado, es decir, que el valor de las obras estén en una misma moneda; es una de las preocupaciones actuales del sector. 

“Lo importante es que las galerías colombianas salgan a las ferias, que se expongan afuera. Siempre que hay momentos de crisis es una buena oportunidad para que podamos arriesgar, para poder promover los artistas colombianos”, concluyó Karpio.