De punta en blanco

La camisa blanca es, sin duda, la prenda más versátil con la que contamos hombres y mujeres en nuestro armario, pues dependiendo de con qué la acompañemos, nos permite vernos elegantes, sofisticados, casuales o incluso con un estilo simple.

Carolina Herrera es la figura más emblemática de esta prenda de vestir en las mujeres, y la ha llevado a lo más alto de su escalafón, asegurando que siempre ha sido parte de su vida, y que es la prenda infalible a la hora de verse fascinante.

Por algo es que, desde sus comienzos en el mundo de la moda, casi siempre hace parte de sus colecciones. Bien tenemos en el recuerdo la imagen de esta venezolana usando diferentes estilos de camisa blanca, siempre con el cuello arriba, con las mangas dobladas y con muy variados acompañamientos.

El algodón es el material ideal para esta prenda. Y la camisa blanca es el complemento perfecto para llevar con pantalones de colores, de esos que están muy de moda hoy por hoy. Si lo que quiere es verse muy casual, los jeans le combinan a las mil maravillas. Esto aplica tanto para hombres como para mujeres. Úsela con una chaqueta en cualquier tono, de cualquier material, un chaleco o incluso un suéter tejido, pues le abrigarán y le quedarán muy bien. Las faldas pitillo, en corte A, largas o cortas, también lucen.

Siempre estarán recomendadas las camisas de corte simple, con moños, con cintas, de mangas tres cuartos, sin mangas, con cuellos grandes, redondos, de botones a la vista, escondidos, con bolsillos o sin ellos. El corte péplum, que para resumirlo, consiste en una especie de faldilla de bolero único, pegado a la camisa que generalmente es ceñida al cuerpo, está muy en boga hoy en día. A mí todas me encantan y me parece que tienen su momento.

Si se arriesga (yo aún no he podido), un prendedor siempre al lado izquierdo, en el material que prefiera, con el estilo y el tamaño que más se acomode a su personalidad, luce y le da vida a esa parte del cuerpo.

Los collares, sean pequeños o grandes, largos y de colores vivos, se ven muy bien; sobre todo si tiene un tono de piel muy claro.

Eso sí, muy de moda la camisa blanca si está, pero tenga cuidado con dos cosas: la primera es que use una que le quede bien de talla, y eso aplica para hombres y mujeres. Cuide los ojos de quienes están frente a usted, pues si le aprieta mucho, ¡los botones pueden ser un arma bastante peligrosa! Y la otra, igual de importante, es que puede que le guste mucho su camisa blanca, pero ojo, ellas tienen su vida útil y cuando ya se ven amarillas, sobre todo en “algunas zonas”, ¡ya es hora de cambiarlas!