MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Entre las experiencias que podrá encontrar están desde un taller de artesanía hasta hacer pesca artesanal guiada por las comunidades indígenas del lugar
En medio de ríos, en el Alto Baudó, se encuentra la opción de hacer etnoturismo. Esta práctica permite a los turistas disfrutar de un hospedaje mientras comparten rituales, costumbres y actividades propias de la comunidad indígena.
Los hoteles en esta zona son una iniciativa que se enmarca en los planes de vida y de salvaguarda del pueblo Embera, considerado por la Corte Constitucional Colombiana en peligro de extinción. Como ejemplo se encuentra el hotel Kipara té, de la comunidad indígena Embera Phusabidara, ubicada en Boca de Jagua.
Desde tatuajes temporales con un ritual propio de su comunidad hasta visita guiada por el resguardo indígena, entre las actividades que puede realizar en etnoturismo.
“Este hotel es visitado regularmente por turistas europeos, israelíes, alemanes, españoles y franceses que vienen en busca de una experiencia diferente. Quieren aprender más sobre nuestra cultura indígena y nuestra comunidad”, aseguró Daniel Chamapuro, gerente del hotel Kipara Té.
Entre las actividades que se pueden realizar se incluyen un recorrido por la forma de vida Embera, la arquitectura de la etnoaldea y la simbología de los tambos. También se puede participar en un taller de artesanías, disfrutar de la muestra folclórica ‘Tachirá Baerabi’ con los instrumentos característicos de la comunidad, y aprender sobre la extracción de medicina tradicional utilizada en su cultura.
Las tarifas comienzan desde $350.000 por persona, con opciones que incluyen alojamiento, alimentación, presentación, danzas y música tradicional, así como bebidas naturales. Los huéspedes pueden disfrutar de planes que abarcan desde el avistamiento de ballenas hasta caminatas hacia cascadas y experiencias de pesca nocturna. La pesca nocturna es uno de sus planes innovadores.
Junto con los integrantes de la comunidad, los huéspedes salen a los ríos, y lo que logren capturar será lo que comerán al día siguiente. Los turistas podrán disfrutar, además, de diversas actividades, que incluyen caminatas a sitios sagrados y rituales de pago, así como experiencias relacionadas con la medicina tradicional. También podrán participar en actividades de caza y supervivencia, aprender sobre el arte de caza y el rastreo de huellas, y experimentar la pesca artesanal embera.
Según el plan que elija el turista, los costos pueden ascender hasta $4 millones, teniendo en cuenta la duración de su hospedaje y actividades.
Octavio Arbeláez, director artístico del festival internacional de artes vivas, contó los detalles de esta primera edición y las cifras de impacto que esperan lograr
Se convierte en la undécima chef en recibir el Latin America’s Best Female Chef Award 2024, marcando más de una década de celebración de la inclusión en la esfera culinaria y del empoderamiento de las futuras