Cómo viajan los ultrarricos en 2025, entre la privacidad absoluta y el lujo silencioso

En los círculos más exclusivos del planeta, las vacaciones han dejado de ser un simple periodo de descanso para convertirse en proyectos cuidadosamente elaborados para ofrecer experiencias únicas. Para 1% más rico del planeta, el verdadero lujo ya no reside en la acumulación de objetos, sino en la exploración de lugares remotos, culturalmente auténticos e inaccesibles geográficamente.

Lejos de los destinos tradicionales y del turismo masificado, esta élite opta por rutas inusuales y estadías personalizadas. Islas privadas en el Pacífico, glaciares o reservas naturales protegidas se convierten en escenarios seleccionados para garantizar aislamiento, serenidad y autenticidad.

ARTÍCULO RELACIONADO

Las diferentes prácticas que hay para hacer en la realización de un turismo sostenible

Según un informe de McKinsey publicado en 2024, la percepción del lujo entre los viajeros con alto poder adquisitivo ha evolucionado significativamente. Ya no solo buscan destinos exclusivos, sino experiencias profundamente personales e irrepetibles.

“Las personas con un alto poder adquisitivo tienden a confiar en agencias de viajes boutique, buscan privacidad y exclusividad, y prefieren destinos exóticos. Además, estos viajeros tienen más probabilidades de reservar grandes suites para preservar la intimidad y la tranquilidad, priorizando experiencias que impregnan el ambiente local y restan importancia a las marcas hoteleras”, señala el informe.

Una de las tendencias más marcadas en este segmento es la del turismo regenerativo, que se conoce como la práctica de dejar el destino en mejores condiciones que aquellas en las que fue encontrado. Esto no solo implica una minimización del impacto ambiental, sino también la contribución al desarrollo de las comunidades locales mediante prácticas colaborativas.

Otro componente central en la construcción de estas experiencias es el uso de tecnologías inmersivas. Apps personalizadas permiten, por ejemplo, acceder a narrativas históricas o culturales en tiempo real, mientras que herramientas de realidad aumentada hacen posible visualizar los paisajes o estructuras en distintas épocas, antes de explorarlas físicamente.

La figura del concierge personal

ARTÍCULO RELACIONADO

Las divisas por turismo a marzo llegaron a US$2.865 millones, crecieron 12,9%

Detrás de cada itinerario diseñado se encuentra una figura clave: el travel concierge. Su función no se limita a la gestión de reservas o al cumplimiento de peticiones logísticas, sino que implica una labor de interpretación anticipada de deseos, coordinación de proveedores de élite y resolución de cualquier contingencia.

Este profesional trabaja en colaboración con asistentes personales, asesores de estilo de vida y expertos locales para garantizar que cada elemento de la experiencia sea ejecutado con precisión. Su objetivo es lograr que el cliente deba concentrarse en vivir el momento, mientras todo a su alrededor opera de manera fluida.

Logística precisa y equipaje anticipado

Contrario a lo que podría pensarse, los viajes de los ultraricos no se caracterizan por el exceso de equipaje, sino por la planificación de cada detalle. En muchos casos, el equipaje es enviado por adelantado mediante servicios especializados como Luggage Forward, que garantizan que las pertenencias lleguen antes que sus propietarios.

Artículos comunes incluyen ropa hecha a medida, tecnología de alta gama, tarjetas exclusivas como la American Express Centurion y documentos de alto valor. Según The Luxury Editor, 60% de este segmento de viajeros utiliza este tipo de logística anticipada.

En cuanto al transporte, los jets privados se han consolidado como el medio predilecto entre los más ricos. Datos de Wealth-X indican que cerca de 80% de los multimillonarios utiliza este tipo de aeronaves, como el Gulfstream G650 o el Bombardier Global 7500. Figuras como Jeff Bezos optan por el Gulfstream G650ER, una aeronave valorada en más de US$65 millones.