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Áreas prioritarias en la gestión de datos para 2024
El top tres de principales preocupaciones de compañías lo integran seguridad de datos, con 35%; accesibilidad, con 33%; y gobernanza, con 32%
En un contexto donde la inteligencia artificial, la automatización y el cloud computing dominan los titulares, un aspecto mucho más estructural está ocupando silenciosamente los primeros lugares en las prioridades tecnológicas: la seguridad, gobernanza y accesibilidad de los datos. Así lo revela el Kpmg Global Tech Report 2024, un estudio que recoge la visión de 2.450 líderes tecnológicos de 26 países alrededor del mundo.
Según el informe, las organizaciones están dirigiendo cada vez más sus esfuerzos hacia el fortalecimiento de sus fundamentos en la gestión de datos. La razón que exponen los expertos es que sin una base sólida y segura, la transformación digital corre el riesgo de ser ineficiente, frágil o incluso contraproducente.
De hecho, la seguridad de los datos fue identificada como el principal foco de mejora por las empresas encuestadas. Del total, 35% la posicionó como prioridad para los próximos 12 meses, cifra que asciende a 43% entre las organizaciones catalogadas como “high performers”, es decir, aquellas empresas que lideran en madurez tecnológica y rentabilidad digital.
Este renovado enfoque en los fundamentos no surge de la nada. Según el informe, 87% de las compañías encuestadas reportaron aumentos de rentabilidad como resultado de sus inversiones tecnológicas en los últimos 24 meses.
Sin embargo, 78% siente que no logra seguir el ritmo del cambio y 80% considera que la aversión al riesgo por parte de su liderazgo está ralentizando la adopción tecnológica. Esta tensión entre urgencia e indecisión está empujando a las empresas a replantear sus prioridades, favoreciendo decisiones más estructuradas y con menor margen de error.
La accesibilidad y la gobernanza de los datos, que representan 33% y 32% respectivamente, completan el podio de preocupaciones.
Estos tres pilares, interconectados, se han convertido en elementos indispensables para sostener la velocidad de innovación sin poner en riesgo la integridad de la información, la eficiencia operativa ni la confianza del cliente.
Según Rodrigo Valero R., especialista técnico en ciberseguridad, esta preocupación tiene una base: “Hoy día estamos en un mundo hiperconectado en el que, debido a situaciones extremas como la pandemia, se aceleró notablemente el uso de la tecnología para apoyar nuestras tareas sin depender de una ubicación. Esa información, que incluye datos personales, opiniones, gustos o intereses, se ha convertido en una nueva fuente de conocimiento para tomar decisiones estratégicas, pero también se han transformado en un interesante elemento de valor para quienes realizan actividades delictivas”.
El informe señala que “las soluciones insuficientemente seguras crean el riesgo de brechas de datos, ineficiencias u oportunidades perdidas, lo que puede erosionar el valor del negocio y la confianza del cliente”. En ese sentido, los datos ya no son solo un activo, sino que son una responsabilidad estratégica.
No obstante, el informe advierte que muchas organizaciones aún descuidan áreas clave para una cultura verdaderamente orientada a los datos. Solo 24% tiene previsto trabajar en fortalecer la interoperabilidad de los datos o fomentar una cultura de datos sólida, lo que puede convertirse en una barrera importante para escalar el valor de la tecnología.
El estudio también destaca que las organizaciones líderes son más propensas a realizar auditorías rutinarias de higiene de datos y a alinear sus inversiones en sistemas de datos con las prioridades del negocio. De los high performers, 38% prioriza estas inversiones estratégicas, frente a solo 28% del total de empresas encuestadas.
Para Valero, avanzar desde la accesibilidad hacia una verdadera cultura de datos implica alinear el liderazgo, la gobernanza y la formación continua, con responsabilidades claras sobre datos, políticas de calidad y protección, y fomentar una cultura donde las decisiones se basen en datos confiables, seguros y contextualizados en los niveles del negocio.
Asimismo, el informe explica que la diferencia clave entre las empresas líderes y el promedio no está en cuánto invierten, sino en cómo lo hacen y con qué propósito. Alinear cada decisión tecnológica con objetivos estratégicos y asegurar que la infraestructura de datos responda a esos fines es lo que distingue a las organizaciones de alto rendimiento.
Además, la seguridad ya no puede tratarse como un complemento. De las empresas más exitosas, 72% involucran a los equipos de ciberseguridad desde las primeras etapas de los proyectos tecnológicos. Esto no solo minimiza riesgos, sino que también agiliza la implementación, evita retrocesos costosos y fortalece la resiliencia.
No basta con tener datos disponibles: deben ser accesibles para quienes los necesitan, cuando los necesitan, y dentro de un marco de control claro. Para lograrlo, muchas compañías están apostando por plataformas XaaS (everything as a service), que permiten centralizar funciones, reducir redundancias y facilitar el cumplimiento normativo.
En esa línea, el especialista técnico en ciberseguridad advierte que la falta de una gobernanza real de los datos afecta directamente la innovación, ya que impide identificar datos confiables, compromete la calidad de los modelos, eleva los riesgos de uso indebido o incumplimiento normativo y, en última instancia, genera pérdida de confianza. Esto desincentiva la experimentación y frena nuevos desarrollos.
En paralelo, la gobernanza efectiva de datos se vuelve indispensable en un entorno donde regulaciones como el Gdpr, la Ley de IA de la UE o normativas locales sobre privacidad de datos están en constante evolución. No contar con un marco robusto puede traducirse en sanciones, daños reputacionales o pérdida de oportunidades.
Desde una perspectiva organizacional, el desafío está en equilibrar el ritmo de la innovación con la estabilidad operativa. Las empresas más exitosas adoptan un enfoque holístico: no priorizan únicamente la novedad tecnológica, sino que se aseguran de que toda la estructura esté alineada para sostener y escalar esa innovación.
Por eso, una de las recomendaciones clave de Kpmg es “construir una base sólida de datos”, entendida como un marco robusto que combine personas, procesos, tecnologías y políticas que garanticen el uso confiable y seguro de los datos.
Aunque muchas veces se asume que solo las grandes corporaciones pueden aplicar buenas prácticas en seguridad y gobernanza de datos, las pymes también pueden sin grandes presupuestos.
“Las pymes pueden construir una cultura del uso seguro y estratégico del dato formando a equipos clave, estableciendo reglas simples de clasificación, asignando responsables por dominio y utilizando herramientas básicas como unidades compartidas con permisos o etiquetas por sensibilidad”, señaló Rodrigo Valero R., especialista en ciberseguridad.
Business Insider registró que Internet se demoró siete años en llegar al millón de usuarios, mientras que ChatGPT se tardó solo cinco en alcanzar ese mismo tráfico.