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Negocios de los microdramas para redes sociales.
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Mientras los canales tradicionales buscan reinventarse, estos formatos cortos para streaming y redes sociales generan hasta US$80 por suscriptor
Con el auge de las redes sociales, los productos de entretenimiento han tenido que ajustarse para llamar la atención del público y poder monetizar el trabajo de la industria creativa.
En el mercado nacional ya son muy comunes los reels con diferentes temáticas. Generalmente, son contenidos que no superan un rango de entre 3 y 5 minutos. Podría decirse que son uno de los formatos más populares en la actualidad.
Sin embargo, los mercados internacionales desarrollados, casi siempre, ofrecen una proyección de aquellas ofertas que pueden convertirse en tendencias globales.
El negocio de los microdramas ya es una realidad en las dos economías más fuertes del mundo: EE.UU. y China. Y según cálculos de la firma Omdia, este año pueden generar ingresos por US$11.000 millones. Es decir, son creaciones audiovisuales con potencial para superar, por ejemplo, las divisas alcanzadas con las exportaciones colombianas de materias primas como el café y el banano, cuyas ventas internacionales en 2024 totalizaron US$3.439 millones y US$1.225 millones, respectivamente.
En Asia-Pacífico hay plataformas de streaming especializadas en ofrecer estos microdramas y, en América Latina, ya hay algunas experiencias con marcas reconocidas como TelevisaUnivisión, que los han lanzado para su app.
“El auge de los microdramas ilustra cómo los nuevos modelos narrativos y las plataformas de distribución streaming siguen transformando los hábitos de consumo audiovisual a nivel mundial”.
“La comunidad y el entretenimiento se han convertido en puertas de entrada para interactuar con nuevas culturas dondequiera que estemos y satisfacer la búsqueda de la diferencia”.
Según el análisis de Omdia, los microdramas se han consolidado como una “categoría importante” dentro del ecosistema de entretenimiento para dispositivos móviles.
Se prevé que los ingresos de este formato casi duplicarían los de los canales de televisión gratuita con publicidad, que se estima alcanzarán los US$5.800 millones a finales de este año.
“Los microdramas están redefiniendo el concepto de narrativa de calidad en la era digital”, afirmó María Rua Aguete, directora de Medios y Entretenimiento de Omdia.
“Combinan la inmediatez de las redes sociales con la profundidad emocional del drama televisivo. Son breves, accesibles y cada vez más populares entre el público móvil”, agregó.
Lo interesante es que, mientras los medios tradicionales buscan la manera de llegarle a nuevas audiencias, este formato, por ahora, parece haber encontrado la llave de entrada a los consumidores digitales y engancharlos lo suficiente como para que paguen suscripción.
El análisis de Omdia sugiere que estas producciones están a punto de convertirse en una parte fundamental del entretenimiento digital, situándose entre el vídeo social y la televisión tradicional con guión.
Los datos del mercado indican que más de 60 % de los ingresos globales de los microdramas se generan con suscripciones o pagos transaccionales, generalmente, con un modelo de introducción gratuita.
El ingreso promedio por usuario puede alcanzar US$20 semanales o hasta US$80 mensuales, cifras que remarcan el potencial de monetización que posee este formato. Además, la demanda creciente ilustra que el negocio audiovisual cambió.
China representa 83% de los ingresos totales, impulsado por su gran audiencia y la tendencia al consumo de contenido móvil. Fuera del gigante asiático, Estados Unidos lidera los mercados internacionales, seguido de Japón, Corea del Sur, el Reino Unido y Tailandia, en donde la adopción continúa al alza. El estudio de mercado sobre este formato arroja que los consumidores están dispuestos a pagar por contenidos que los enganche de inmediato. Los microdramas aprovechan el hábito de consumo rápido en móvil y las redes sociales.
