MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
La versión abandonará el estilo fijo de pregunta respuesta: el chat puede responder las preguntas del usuario con otros cuestionamientos
OpenAI presentó el pasado 14 de marzo el nuevo GPT-4, una tecnología que sucede a la herramienta de inteligencia artificial ChatGPT. Entre las novedades está su capacidad para generar contenidos a partir de imágenes y texto.
La última versión lanzada al público acepta también imágenes, las cuales pueden ser leídas para reconocer objetos y analizarlos. De igual forma, la capacidad de respuesta también cambió: mientras GPT-3.5 (la versión anterior) solo podía generar réplicas de 3.000 palabras, la actualización ofrece hasta 25.000 caracteres.
GPT-4, además, ofrece 82% menos de probabilidad de responder solicitudes de contenido no permitido.
La nueva versión abandonará el estilo fijo de interacción de pregunta respuesta: con la actualización de OpenAI, el chat puede responder las preguntas del usuario con otros cuestionamientos.
Según Reuters, la última versión de la herramienta superó a su antecesora en el examen de abogados de Estados Unidos y en el Graduate Record Examinatio (GRE). Greg Brockam, presidente de OpenAI, aseguró que la tecnología se ha sofisticado a tal punto que “puede ayudar a los particulares con el cálculo de sus impuestos”.
Sin embargo, la empresa creadora de ChatGPT ha recalcado que aún sufre algunas limitaciones. Aseguran que es “menos capaz que los humanos en escenarios del mundo real”. También, adolece de algunas respuestas imprecisas que deben ser contrastadas con el discernimiento del usuario: las ventajas pueden ser explotadas si hay un humano detrás.
Para los analistas, herramientas como gestión de datos, optimización de la toma de decisiones y análisis masivo de información pueden potenciar las transacciones
Entre los otros más utilizados se encuentran también Typescript, C# y C++, todos para ciertos programas o aplicaciones de última generación de software
Hace más de 30 años, cuando el internet todavía no había transformado la economía, los bajos niveles de los embalses provocaron un apagón energético en el país en marzo y del que aún se habla vivamente