El auge de las proptech y el acceso a vivienda

De acuerdo con el Dane, a lo largo del 2021 se registró un déficit habitacional de 31% en Colombia: 23,5% aportado por una escasez cualitativa y 7,5%, por una cuantitativa, lo que quiere decir que cerca de la tercera parte de los hogares en el país convivieron con alguna deficiencia estructural o una falla no estructural susceptible de una intervención, respectivamente.

Este sensible dato se da, incluso, pese a la gran labor que ha venido adelantando el Ministerio de Vivienda para facilitar el acceso a los nuevos propietarios, la cual influyó en que el año pasado la nación volviera a alcanzar un registro histórico en la comercialización de vivienda nueva, según cálculos de dicha cartera, se vendieron cerca de 227.600 unidades residenciales.

Con este marco en mente, en el que, valga decir, la apropiación digital aún es muy prematura y, por ende, existe una gran oportunidad para la transformación tecnológica, la industria proptech, aquella que utiliza la innovación en pro de dinamizar los diferentes eslabones que componen el mercado inmobiliario, tiene el desafío de seguir contribuyendo a que cada vez existan menos barreras para que más personas gocen de un lugar digno en donde vivir.

En ese sentido, la pregunta lógica es: ¿cómo, concretamente, puede aportar la digitalización a reducir el déficit habitacional y seguir cerrando la brecha de acceso para nuevos propietarios, entre otros problemas sociales? Lo primero que hay que decir es que ya se está haciendo.

Desde hace algunos años, grandes jugadores, como La Haus y Habi, han venido haciendo la difícil tarea de “abrir camino”: educar al consumidor, llamar la atención de los principales inversionistas, sensibilizar a los reguladores e involucrar a la comunidad constructora. Gracias a esta labor, y a la pujanza emprendedora que la ha sucedido, dentro de la cual entra el naciente proyecto de NuHome, en Colombia se han logrado las primeras ventas residenciales de forma virtual.

De esta manera, las personas no solo han empezado a reemplazar los trancones, los trámites físicos, el tradicional papeleo y las largas esperas; sino que, gracias al uso de datos y, quizás, por primera vez en la historia, han empezado a acceder a altos niveles de garantías en sus inversiones de finca raíz.

Atrás quedaron esos tiempos en los que se compraba casa según el estado de ánimo, el agüero familiar, la recomendación de un amigo o la habilidad del vendedor de turno. La tecnología está permitiendo que la alta connotación emocional que acarrea el sueño de tener casa propia o de invertir en finca raíz se proteja con recomendaciones más precisas, procesos más seguros y, sobre todo, constructoras más confiables.

Así mismo, en cuanto al aporte que representa el brazo digital a la financiación de los inmuebles, un aspecto clave para impulsar el acceso y mitigar el déficit habitacional, la industria proptech también constituye una solución. El conocimiento del usuario que permite la analítica ubica a estas empresas en una posición estratégica para otorgar créditos hipotecarios a la medida y en condiciones más competitivas que las que se tienen actualmente en el mercado tradicional.

Así las cosas, en una coyuntura económica tan volátil e incierta como la presente, las startups inmobiliarias constituyen una auténtica certeza. En el caso de NuHome, por ejemplo, el nuevo jugador del mercado colombiano, la promesa de una vivienda más asequible y de calidad es una propuesta de valor. Por todo esto, en lo que queda de este Gobierno y por el que está por empezar: ¡proptech, a la carga!