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INFRAESTRUCTURA

Volando hacia la prosperidad

jueves, 7 de febrero de 2013
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Cuando en Septiembre de 2010 acepté el honroso encargo del Señor Presidente Santos de dirigir los destinos de la Aeronáutica Civil, no me alcanzaba a imaginar hasta donde tendría que echar mano de 23 años de experiencia en el sector privado y en la vida pública.

De mis estudios y postgrados en administración pública, pero sobretodo de mi afición y lectura obsesiva, desde 30 años atrás, de todo lo que tuviera que ver con aviación civil y militar. Encontramos una entidad pública especializada, con un perfil y un equipo técnico de primer nivel, con ingresos propios, y una responsabilidad gigantesca no solo como autoridad, sino como administradora de más de 50 aeropuertos medianos y pequeños y como gestor contractual de 8 concesiones aeroportuarias que tenían a su cargo 18 aeródromos.

Ahora bien, con todo la humildad y reconocimiento a todos los actores que han intervenido, y aceptando también fallas y tareas pendientes, puedo afirmar que lo que hemos logrado en menos de dos años y medio es un paso gigantesco. Pasamos de tener un tráfico de 16.3 millones de pasajeros en 2009 a 24.7 millones en 2012. Este aumento, que triplica el aumento de nuestro PIB en el mismo periodo, solo fue posible porque hicimos las intervenciones en infraestructura aeronáutica y aeroportuaria, y porque tomamos medidas regulatorias de fondo que eliminaron trabas y fomentaron la competencia y la conectividad. En lo corrido de esta administración se han aprobado 459 nuevas frecuencias nacionales y 390 nuevas frecuencias internacionales, muchas de las cuales tienen como origen o destino a varias ciudades del país además de Bogotá.

Ahora enfrentamos el reto de ajustar y afinar la infraestructura y procedimientos de un Aeropuerto en mitad de construcción como es el Eldorado, pero cuando llegamos no se habían concluido las negociaciones del Delta que permitían finiquitar el acuerdo celebrado para la demolición de la antigua terminal, toda vez que se encontraban estancadas las negociaciones entre Aerocivil y Opaín.

Hoy, tenemos una autoridad que toma las decisiones que se deben tomar, como es determinar la no prórroga de concesiones deficientes, enderezar el camino a través de un diálogo franco pero firme con los concesionarios, llevar a cabo los procesos de multa y sanciones sin titubeos, y defendiendo los intereses del Estado en los tribunales de arbitramento.

El adecuado manejo financiero, bajos niveles de deuda, e inversiones estratégicas le permitieron a la entidad este año obtener la calificación AAA de largo plazo y F1+ de corto plazo por la calificadora internacional Fitch Rating.

Pero más importante que brindar instalaciones aeroportuarias cómodas y eficientes, es garantizarles su seguridad, lo que es nuestra prioridad misional.

Y esto tiene que ver más con procedimientos correctos, personal suficiente y capacitado, e infraestructura aeronáutica, llámese ésta radares, antenas, equipos, etc. No solo hemos invertido cientos de miles de millones en esta área, sino que hemos tenido el reconocimiento de tener una aviación segura, basada tanto en estadísticas irrefutables, como en el concepto de validadores internacionales, de los cuales es importante señalar a la Administración Federal de Aviación FAA y la Administración de Seguridad de Transporte TSA de los Estados Unidos, así como la Organización de Aviación Civil Internacional Oaci, brazo de Naciones Unidas y órgano rector de la aviación mundial.

Nuestro campo de acción no solo es el territorio nacional, sino en el internacional, campo en el cual nos hemos destacado con la elección de Colombia en los cuerpos directivos de la Comisión latinoamericana de Aviación Civil -Clac y en la Oaci, y suscribiendo 18 acuerdos aerocomerciales, entre ellos el primer acuerdo de cielos abiertos con Estados Unidos y 1 acuerdo multilateral con la Clac.

Sabemos que la atención de los medios y la opinión se centra en lo que ocurre en Eldorado y no vamos a evadir esa responsabilidad, a pesar que las encuestas que miden el nivel de satisfacción de los usuarios, nos muestran que están satisfechos con la nueva terminal internacional. Es común oír que el aeropuerto se “quedó chiquito” y aquí es necesario aclarar que la etapa de modernización y expansión no ha concluido; no solo falta toda la terminal nacional sino que la terminal internacional tiene previstas ampliaciones en curso, obras que terminarán el 31 de julio de 2014. Para esta fecha también estarán terminadas las obras del Centro de Gestión Aeronáutico y la Torre de Control con sus equipamientos de punta.

En cuanto a la no llegada de Transmilenio al Aeropuerto Eldorado, tienen toda la razón los críticos y queremos afirmar de manera inequívoca que la responsabilidad es exclusiva del Distrito Capital. No solo existen los corredores disponibles para las estaciones y los buses articulados del sistema integrado, sino que se entregaron los diseños, según lo acordado con el Distrito en la Casa de Nariño en septiembre del año pasado, lo cual consta en las actas que se levantaron en las reuniones posteriores donde se precisaron los acuerdos. Que el Distrito cuestione que no se adelantaron las gestiones correspondientes a permisos y licencias de autoridades del mismo Distrito, que nunca quedaron asignados a la Aerocivil o a Opaín, no solo es absurdo sino que falta a la verdad.

Quiero transmitir la seguridad que por instrucciones del mismo Presidente tenemos el mandato y la convicción de trabajar con todos los actores para que nuestro principal terminal aeroportuario crezca acorde con la demanda y con las necesidades de prestar el mejor servicio, y para ello tenemos planteadas, en discusión y en ejecución medidas y soluciones a corto, mediano y largo plazo.

Ahora bien, pensando con visión y largo plazo, contratamos sendas consultorías que ya terminaron su trabajo de campo y están por entregar resultados que nos trazarán la ruta de ampliación de Eldorado más allá de los proyectos actuales. También hemos dedicado esfuerzos importantes en la planeación responsable de la infraestructura aeronáutica mediante la aprobación y publicación del Plan de Navegación Aérea - PNA.

Más allá de los detalles y los problemas actuales que están vía de solución, lo mejor está por venir. Cuando termine este cuatrienio, el señor Presidente Juan Manuel Santos será el mandatario que revolucionó la infraestructura aeronáutica y aeroportuaria de Colombia, sacándola de su atraso y dándole una hoja de ruta clara para los próximos 30 años.

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