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INFRAESTRUCTURA

La logística detrás del traslado de los animales del zoo Matecaña a Ukumarí

jueves, 23 de abril de 2015
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Teresita Celis

El reto y el desafío es que Pirinolo, un elefante que poco encaja con su nombre, por su gran tamaño,  debe llegar, con no menos de 100 especies más, sano y salvo a su nuevo hogar.

Ese proceso se inicia de manera formal este 30 de abril, cuando el zoo Matecaña, de propiedad de la Sociedad de Mejoras de Pereira,  cierre sus puertas tras 54 años de funcionamiento y entregue a InfiPereira su activo más preciado:  la colección de animales. Esta entidad (adscrita al Municipio)  es la dueña del Bioparque y le compró a la Sociedad el inventario de especies, en total 130 con 524 animales, por $12.500 millones.  Un 70% de estos serán exhibidos en Ukumarí, entre ellos los grandes y pesados como Pirinolo.

Mover de un lugar a otro, que en realidad es una distancia corta, tal vez no más de 10 kilómetros, no es fácil y  tiene su ciencia y su logística, incluso para los pequeños pero vivaces como los primates. ¿Cómo se hará? Está previsto que Ukumarí abra sus puertas al público en agosto próximo y el traslado paulatino se iniciará en mayo con las especies de la subregión Bosques Andinos, la primera en entrar a la oferta. Mientras el proceso surte, los animales seguirán en el zoo Matecaña con sus cuidadores.

Según la bióloga del Bioparque, Myriam Paola Salazar, el traslado de las especies será gradual y  puede durar un año. Se trata de una transición de cuidado y a la que hay que tenerle paciencia. Los animales deben ser entrenados (habrá expertos internacionales) para que se adapten y entren por su voluntad a los guacales y contenedores dispuestos y adecuados para el  transporte. En algunos, incluso, eso puede  tardar dos meses.  

 “La idea siempre es que ellos entren de manera voluntaria a los contenedores, no forzarlos y menos utilizar procedimientos anestésicos. Esta sería la última opción ya en un caso extremo. Se requiere una determinación del estado de salud de ellos para conocer su condición corporal, estado de desarrollo biológico, comportamiento, complementar información sobre el marcaje y la alimentación para facilitarlo al equipo de Ukumarí. Hay que evitar cambios bruscos que puedan afectar las especies”, dijo el veterinario de zoo Matecaña, Néstor Varela.

Se deben realizar adecuaciones y movimientos de tierra para facilitar el uso de guacales, sobre todo en la movilización de los animales grandes. Ellos, como los elefantes, requieren de contenedores especialmente construidos para soportar su gran peso. “Se van a adecuar a su hábitat para que ellos,  entren, salgan y coman allá. Es decir, se adapten. Con una grúa se moverán los contenedores a camas bajas (vehículos) que serán los encargados de llevarlos a su nuevo hogar”, dijo Salazar.

De la región Andes los más complejos de mover son el oso de anteojos y los pumas por los niveles de riesgo, y por manejo los venados. De la subregión Sabana Africana, que entra en funcionamiento a principio de 2016, sin duda los más difíciles serán los elefantes, rinocerontes e hipopótamos. La cuenta que hace el gerente de InfiPereira, Javier Monsalve, es que la logística e infraestructura requerida para el traslado cuesta más de $200 millones.

Ukumarí tiene 44 hectáreas y está compuesto por siete subregiones. La primera fase comprende la ejecución de Bosques Andinos y Sabana Africana y en ella se invertirá $120.000 millones aportados por el Municipio de Pereira y el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.  El desarrollo completo cuesta más de $300.000 millones.

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