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La Unión Europea (UE) presentó un reclamo contra Brasil en la Organización Mundial del Comercio (OMC) para desafiar una serie de impuestos del país suramericano a importaciones que van desde automóviles hasta computadoras, pero insistió en que la disputa no debería interferir en unas delicadas negociaciones comerciales entre ambas partes.
La UE es el principal socio comercial de Brasil, destino de un quinto del total de sus exportaciones. La mayor economía de América Latina sería un importante beneficiario de un acuerdo comercial de amplio alcance que la UE negocia con el bloque Mercosur, que componen países sudamericanos.
Después de 10 rondas de negociaciones entre Bruselas y Brasilia, y varios encuentros en la sede de la OMC en Ginebra, ninguna de las partes ha logrado resolver una disputa de larga data sobre impuestos brasileños a las importaciones, que Europa considera injustos y contrarios a las normas del comercio global.
“La protección de la industria doméstica de Brasil se genera a costa de los bienes importados de Europa y eso es inaceptable”, dijo un funcionario de la UE cercano al asunto. “Hemos tenido muchos encuentros bilaterales, pero Brasil no ha tomado medidas concretas”, agregó.
Las exportaciones de vehículos de la UE a Brasil bajaron en más de un 11% este año, debido en parte a los impuestos, según Daniel Caspary, legislador alemán del Parlamento Europeo. Caspary dijo que los impuestos eran “discriminatorios y proteccionistas”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, dijo a periodistas que la aplicación de impuestos estaba dentro de los derechos de un país. “Tenemos argumentos sólidos que demuestran que actuamos en conformidad a las normas del comercio internacional”, declaró desde Brasilia. La Comisión Europea, que maneja los asuntos comerciales del bloque de 28 naciones que conforman la UE, y el Gobierno brasileño ahora tienen 60 días para poner fin a la disputa.
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