MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Lula da Silva, presidente de Brasil
Agregue a sus temas de interés
El asesor, que habló bajo condición de anonimato, dijo que tomó la decisión de saltarse la reunión para centrarse en la cumbre del G20
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, canceló su viaje a la cumbre de líderes de la APEC que se celebrará los días 14 y 15 de noviembre en Lima, informó el jueves a Reuters un asesor presidencial.
El asesor, que habló bajo condición de anonimato, dijo que Lula tomó la decisión de saltarse la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico para centrarse en la cumbre del G20 que tendrá lugar en Río de Janeiro días después.
Dos días después de la cumbre del G20, Lula recibirá también la visita del presidente chino, Xi Jinping, en Brasilia, en lo que el Gobierno brasileño considera su visita diplomática clave de este año.
Lula ha cancelado varios viajes desde que sufrió un traumatismo craneal este mes, entre ellos dos cumbres de Naciones Unidas y una reunión de los BRICS.
Nuevos exámenes médicos mostraron el jueves que Lula permanece en condición estable después de la lesión. Según el parte médico del presidente, no presenta síntomas y puede trabajar con normalidad, pero sigue bajo vigilancia.
Una reunión entre Lula y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden,de la que informó Reuters por primera vez, estaba prevista para el 17 de noviembre en la ciudad de Manaos, en la Amazonia brasileña.
Según una fuente familiarizada con las negociaciones, el gobierno de Biden está preparando la visita, pero la decisión final sólo se tomará después de las elecciones presidenciales estadounidenses del martes.
Según la fuente, aún existe la posibilidad de que Biden realice la visita incluso sin la presencia de Lula, posponiendo una reunión bilateral entre los dos líderes hasta la cumbre del G20 del 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro.
Según la fuente presidencial, si Biden confirma la visita, la decisión de Lula de asistir sólo al G20 podría ser revisada.
Solo en intereses, las naciones en desarrollo pagaron US$415.000 millones, recursos que dejaron de destinarse a servicios esenciales como educación, salud primaria o infraestructura básica
El índice califica el riesgo político en una escala de 0 a 100, donde 100 representa el riesgo máximo y el peligro inminente de colapso
Los niveles de empleo se mantuvieron prácticamente sin cambios, como consecuencia de la reticencia de las empresas a contratar
