México aumentará aranceles a China y crece esperanza sobre impuesto al acero de EE.UU.

El Congreso de México votará esta semana sobre los aranceles propuestos por la presidenta Claudia Sheinbaum a China, como parte de un plan más amplio para proteger a los productores locales y aliviar las tensiones comerciales con Estados Unidos. Esta medida alimenta las expectativas de que pronto se pueda dar cabida a una reducción de los aranceles estadounidenses sobre el acero y el aluminio mexicanos.

El proyecto de ley, que impone aranceles de hasta 50% a las importaciones procedentes de Asia y China en particular, fue aprobado el lunes por la noche por la comisión de economía de la Cámara de Diputados, que también fijó el 1 de enero como fecha de entrada en vigor de los nuevos gravámenes. La propuesta ahora se someterá a votación en el pleno de la Cámara de Diputados y posteriormente al Senado, que se espera la apruebe el jueves.

La administración de Sheinbaum envió la propuesta al Congreso el 9 de septiembre, pero la presión de los países asiáticos y la oposición nacional, tanto del sector privado como de los legisladores, frenaron su avance. Los fabricantes que dependen de insumos chinos advirtieron sobre el aumento de los costos, y los legisladores, incluidos algunos del partido gobernante, buscaron evitar una disputa con una región que muchos consideran crucial para la diversificación comercial de México.

Tras una revisión por parte de los ministerios de Hacienda y Economía, se introdujeron al menos 750 cambios en la propuesta original. De los más de 1.400 productos inicialmente contemplados, poco más de 300 quedaron exentos.

Aun así, los gravámenes se aplicarán a una amplia gama de productos, desde ropa y calzado hasta acero, aluminio y autopartes. La Secretaría de Hacienda estima un ingreso adicional por importaciones de US$2.800 millones en 2026, lo que representa un aumento de 8,3 % con respecto a 2024.

Al alinear sus políticas comerciales más estrechamente con las de Estados Unidos, México está levantando barreras contra lo que las autoridades han descrito como "competencia desleal" de los países asiáticos. La medida para limitar las importaciones de China se suma a los esfuerzos por fortalecer los lazos comerciales y manufactureros entre Estados Unidos, México y Canadá, en un intento por construir una sólida "Fortaleza de Norteamérica".

Esta narrativa ha alimentado expectativas entre las empresas mexicanas de que la implementación de aranceles a China podría crear condiciones para que Estados Unidos reduzca sus gravámenes al acero y al aluminio mexicanos, según cuatro personas familiarizadas con las negociaciones.

Aún no está claro si el alivio vendría mediante una reducción de las tasas arancelarias sobre todas las importaciones de acero, o mediante la introducción de cuotas de importación libres de aranceles, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque las discusiones no son públicas.

La oficina del Representante Comercial de Estados Unidos se negó a hacer comentarios y el Departamento de Comercio no respondió a una solicitud de comentarios.

El presidente Donald Trump aumentó los aranceles a todas las importaciones de acero y aluminio de México de 25% a ​​50% el 3 de junio. En su decreto, afirmó que la reducción de aranceles había sido insuficiente para desarrollar y proteger la producción estadounidense. El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, declaró entonces que el aumento era "injusto, insostenible e inconveniente".